Son las 12.00 de la mañana y por la Catedral de Ourense ya han entrado más de 20 turistas. La mayoría de habla hispana y con claro acento español. Apenas lleva abierta dos horas después de que la crisis del coronavirus restringiera la actividad turística y religiosa, esta última primero limitada al cien por cien y después con aperturas esporádicas y aforo limitado para la celebración de eucaristías. Las misas fueron televisadas o seguidas por los medios de comunicación, pero la puerta del principal monumento religioso de Ourense se abrió ayer por primera vez con medidas de prevención --las estipuladas por el real decreto del Gobierno de España y el decreto del ejecutivo autonómico- con la obligatoriedad de la mascarilla, limpieza de manos con geles hidroalcohólicos y un único sentido de la visita de forma circular como se realizaba habitualmente.

Una familia de Asturias entra a la Catedral, mientras a la vez otra sale por la puerta. La profesional que se encuentra al otro lado del mostrador les explica las nuevas medidas y cogen una audioguía. Ahora también existe la posibilidad de con un código QR ver vídeos explicativos. "Hemos venido a Ourense porque estamos aquí al lado y nunca habíamos estado. Nos han hablado maravillas de la ciudad", dice la madre. El calor es un factor determinante y "aquí dentro en la Catedral se está fresco".

La "nueva normalidad" solamente permite un número determinado de visitantes en las capillas entre 5 y 6 por cada una y sentarse en algunos bancos dentro del circuito. Las joyas religiosas e históricas que alberga la Catedral permanecen abiertas en la capilla-museo, la primera puerta en el recorrido. Tras ella y con el Cimborrio todavía pendiente de reparaciones, la Torre es uno de los puntos donde permite una vista aérea de la ciudad. Dos abuelos con su nieta llegan exhaustos y aliviados dicen: "Pues mereció la pena". Fotografía protocolaria y a coger aire. El circuito termina con la vuelta al altar principal y la observación de las capillas que se recogen a su alrededor donde casi no hay nadie. La visita termina y otra familia vuelve a entrar a la Catedral. Solamente en dos horas entraron al menos 20 turistas y en los próximos días se espera más afluencia.

El turismo se intensifica en la ciudad de Ourense después de la apertura de las restricciones y con la llegada de un perfil turístico centrado sobre todo en el territorio nacional y dentro de ello, de las comunidades vecinas. Así pues, el tejido cultural de la ciudad se pone a disposición de los visitantes y reactiva servicios como los guías turísticos. A la Plaza Mayor -y después del segundo día de homenaje del gaiteiro de la Catedral, tocando "Ourense no solpor" a los muertos por el coronavirus-, la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Galicia reivindicó la figura "profesional, oficial, preparado y responsable con el entorno de Ourense y con sus habitantes". Según el delegado en la provincia del colectivo, Pepe Mosquera, explicó que "los guías de turismo también volvemos, como dice nuestro mensaje, y añadimos mira quién te guía, ya que reivindicamos nuestro papel profesional". En la actualidad, nueve guías de Ourense pertenecen a un sector que se ha visto agraviado por la crisis sanitaria ya que a pesar de la apertura de las restricciones en el entorno Schengen -tratado por el que se aprueba en Europa en 1985 la libre circulación entre personas de los países adheridos a la UE- el miedo continúa existiendo. Pepe Mosquera está especializado en alemán y "para mí este año ya se acabó con todo lo que está pasando, vamos a esperar a ver lo que nos depara el Camino y esperemos que no se suspenda tampoco". Admite que ya ha habido reservas o al menos, contactos para reservas, y que el perfil es similar al del turista de la Catedral: "Son sobre todo familias o grupos reducidos que quieren realizar visitas y la procedencia, en su mayoría son personas que viven en comunidades limítrofes o también en Madrid".

Su actividad dependerá del turismo, pero se muestran confiados en que "se ha renovado el concepto de turismo y ahora la gente busca la tranquilidad del interior".