A las 20:30 horas, Sandra Ferro invitaba a las amistades y clientes a una copa de vino para despedirse. "Fueron 9 años donde conocí a mucha gente del gremio, clientes y amistades, pero tras una temporada complicada decidimos cerrar. No fue culpa del coronavirus, el virus lo único que hizo fue ralentizar la liquidación de los productos, porque nosotros ya estábamos en liquidación".

La tienda de ropa Le Carrousel cerró ayer tras 9 años de actividad. Sandra Ferro, propietaria del negocio y presidenta de la asociación Comercio Vivo, convocó un acto para hacer "la despedida menos amarga".

Se marcha con la satisfacción de una experiencia personal y profesional "increíble" y con la seguridad de que el concepto de Le Carrousel seguirá vivo. "Cesaremos la actividad en la tienda física, pero mantendremos la web -que la hicimos en 2013- para estar en contacto con nuestros clientes y no perder el contacto con ellos, ya que son muchos".

Es clara y rotunda: "El comercio local tiene mucho potencial en Ourense, pero nosotras -ella y su hermana- no le vemos futuro, se nos ha acabado la energía y hemos perdido la ilusión por levantar la persiana del negocio todas las mañanas". La letanía de los proyectos emprendedores en la ciudad de Ourense es el punto negro de cada día, cada mes y cada año donde se cierran negocios. Precisamente, la provincia lidera la destrucción de autónomos a nivel estatal. "Es triste que no se apoye más a los autónomos, porque tenemos la cuota más alta de Europa. El sistema necesita una reforma profunda porque se nos está infravalorando y las condiciones que nos proporcionan son indignantes. Tienes y empiezas con mucha ilusión, pero al final la factura pesa más, porque son muchos los gastos que tienes que soportar a nivel de productos y locales, para a mayores sumarle los impuestos".

Y añade que "el comercio local es el que da vida a la ciudad todas las mañanas. Desde la Administración habría que defender más a los pequeños empresarios, pero ese apoyo todavía no es suficiente. Es un panorama triste el que queda en el gremio, porque es un sector muy machacado, no solo por la crisis de 2008 y la de este año, si no también por las medidas fiscales que tenemos y la escasez de apoyos institucionales".

El coronavirus alargó la liquidación, pero la decisión estaba tomada. La presidenta de Comercio Vivo arguye que "seguramente pasaré la presidencia a manos de otro compañero, aunque yo seguiré aquí viviendo en Ourense y haciendo nuevos proyectos en Ourense, porque creo que Ourense tiene potencial".