Un proyecto de Norman Foster en 2011 para un concurso de ideas con el objetivo de recibir con las mejores prestaciones la alta velocidad ferroviaria con una estación intermodal de vanguardia fue el ganador claro. Todos concordaban en que era el mejor proyecto de un "abanico de ideas sensacionales". Casi diez años después y con la entrada del AVE en la provincia de Ourense avanzando, la estación intermodal que ganó aquel concurso quedó en una maqueta. La paralización de la administración y el escaso consenso político provocó que la ciudad de Ourense fuera privada de una estación intermodal que según el Colegio de Arquitectos de Galicia "era el mejor proyecto, permitía la accesibilidad y la permeabilidad entre dos barrios que ahora estarán separados por un muro".

Ahora, la pregunta surge de nuevo: ¿Un concurso como el de la estación intermodal? De aquel proyecto de Norman Foster en 2011 quedan dos cosas. La firma del arquitecto en una parte del proyecto actual -o al menos de su equipo- y una maqueta que refleja lo que pudo ser y no fue en la Concellería de Urbanismo. El Miño espera ideas vanguardistas que no se queden en maquetas.