Tomando como reclamo la celebración del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, el servicio de Dermatología del área sanitaria de Ourense incide en la importancia del diagnóstico precoz y la prevención. La exposición al sol es el principal factor de riesgo en el desarrollo de estos tumores y la cuarentena juega en contra. El confinamiento limitó la exposición gradual y adaptación de la piel al sol, aumentando ahora que hay mayor libertad de movimiento el riesgo de sufrir quemaduras.

Cada año se diagnostican en Ourense alrededor de mil nuevos casos de cáncer piel (967 en 2019). Los más numerosos son los carcinomas de células escamosas y los basocelulares, que suponen el 95,4% de este tipo de tumores y son más frecuentes en las personas de edad avanzada, por lo que aumentan cada año en paralelo al envejecimiento de la población. Prueba de ello, destacan desde el Sergas, es el incremento del 18 y el 20%, respectivamente, el año pasado en relación con 2018.

Con uno pronóstico mas grave, pero menos habituales, están el melanoma y el tumor de Merckel. De este último, menos conocido y muy poco habitual, se detectaron dos casos el pasado año, frente a los 42 del primero.

Todos ellos, apuntan desde el área sanitaria de Ourense, "tienen algo en común, su principal factor de riesgo es la exposición al sol, mas concretamente a la radiación ultravioleta". Por ello, el jefe del servicio de Dermatología, José Álvarez López, es tajante: "La principal medida de prevención es evitar la exposición al sol". Dado que es difícil cumplir esta medida, y más todavía en esta época del año, el facultativo recomienda emplear siempre crema solar con el máximo factor de protección y hacerlo de manera muy gradual para facilitar que la piel se adapte, evitando las horas en las que el sol está mas vertical, entre las dos y las cuatro de la tarde.

Álvarez López subraya también la importancia de la autovigilancia y recomienda acudir al especialista de atención primaria ante cualquier cambio significativo en la piel, y principalmente ante dos signos de alerta: la aparición de una nueva lesión abultada en la piel y el crecimiento o detección de una nueva mancha, tipo lunar, especialmente cuando se observan bordes irregulares y aumento de tamaño. De esta forma se podrá realizar un diagnóstico precoz.

Ourense fue de las primeras áreas sanitarias gallegas en implantar la vía rápida de melanoma, ya en 2014. Este circuito asistencial de respuesta rápida permite diagnosticar e implantar tratamiento si fuese necesario, en un máximo de 15 días. Para ello es fundamental la colaboración entre Dermatología, Anatomía Patológica, Cirugía General, Atención Primaria, Radiología, Medicina Nuclear y Oncología, que componen el equipo multidisciplinar responsable de la detección, diagnóstico y tratamiento.

El Sergas recuerda que la protección de la piel, evitando la exposición al sol, especialmente en la infancia y adolescencia, es clave en los primeros veinte años de vida para evitar las quemaduras solares, directamente relacionadas con la aparición de tumores de piel en los años posteriores.