La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) intensifica los trabajos de limpieza de ríos en la provincia de Ourense. La actuación está siendo ejecutada por cuatro brigadas, compuestas por 4 operarios especializados y un capataz cada una. La inversión se eleva a 75.000 euros.

Esta semana están trabajando en los ríos Avia, Limia, Bibei y Xares a su paso por los municipios de Ribadavia, Xinzo y O Bolo. Las actuaciones están incluidas en el encargo a la empresa Tragsa, para el servicio de conservación y restauración de cauces de la demarcación Miño-Sil, que se prorrogarán hasta final de año.

El presidente de la CHMS, José Antonio Quiroga, avanza que la encomienda finalizará en el segundo semestre de 2020, aunque están tramitando, al igual que en 2019, "un contrato complementario de refuerzo para conservación de cauces a través del que daremos cobertura a un mayor número de tramos con problemas", con el ánimo de "prevenir inundaciones y avenidas que pudieran afectar a las personas y sus bienes".

La abundante presencia de árboles secos tumbados en dominio público hidráulico y árboles secos en pie en la zona de servidumbre, a lo largo de más de 3 km de cauce, además de especies exóticas invasoras, como la acacia dealbata y Ailanthus altissima, "han motivado estas actuaciones en el río Avia, en el municipio de Ribadavia".

La zona de actuación en el río Limia abarca 6 kilómetros de cauce, a su paso por los municipios de Xinzo y Porqueira, en la que detectaron gran cantidad de árboles secos, con riesgo de caída al cauce y a zonas muy transitadas por vehículos, ciclistas y viandantes. También encontraron árboles caídos, taponando el cauce fluvial, que "prodrían provocar problemas más importantes en época de avenidas, y residuos sólidos urbanos en dominio público hidráulico y zona de servidumbre".

La CHMS ha detectado una importante presencia de árboles secos, unos en pie y otros caídos en el dominio público hidráulico, que provocan la disminución la capacidad de desagüe del cauce en los ríos Bibei y Xares.

Destaca además que en el río Bibei, a la altura de un azud que deriva el agua a un molino, hay gran cantidad de vegetación y árboles de pequeño tamaño, lo que podría provocar que en las próximas avenidas se acumulen más arrastres que terminarían produciendo un desbordamiento del cauce.