En tiempos en los que el turismo nacional parece más importante que nunca para contrarrestar la crisis tras la pandemia, la Ribeira Sacra aspira a ser reconocida como Reserva de la Biosfera y como nueva área Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Historia, paisaje, románico, espiritualidad y vino conforman un atractivo que se detalla en candidaturaribeirasacra.gal, una web publicada por la Xunta como "formulario digital" de la candidatura. La herramienta, necesaria para el proceso de evaluación, sirve además para difundir los valores extraordinarios de este singular enclave compartido por las provincias de Ourense y Lugo en las orillas de los ríos Miño y Sil.

La página, con material audiovisual de alta calidad y que incluye un texto del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ofrece, por ejemplo, una visita virtual en 360 grados a un total de 19 iglesias y monasterios como San Pedro de Rocas (Esgos), Santo Estevo de Ribas de Sil (Nogueira de Ramuín) o Santa María de Montederramo. "Trátase dunha síntese para visibilizar miles de anos de historia e traballo, que confluíron na creación deste singular territorio, exemplo sobranceiro da acción conxunta das persoas e a natureza", destaca la Consellería de Cultura e Turismo.

La web es una herramienta complementaria a la documentación remitida a la Unesco para que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) evalúe la candidatura de la Ribeira Sacra. "Se todo avanza normalmente", recuerda la Xunta, este enclave gallego, Bien de Interés Cultural, será el candidato el próximo año en la 45ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial, en una sede todavía por determinar. La página, accesible en gallego, español e inglés, irá incorporando nuevos contenidos de forma progresiva.

La Ribeira Sacra constituye un testigo de valor universal de la cristianización de la Europa occidental. En este territorio se desarrolló un movimiento ascético de eremitas y anacoretas que ocuparon los valles de Miño y Sil. Con el tiempo dio paso a una implantación monacal que llega hasta el presente. Los conjuntos arquitectónicos, con especial relevancia de la arquitectura románica de los siglos XII e XIII, ilustran 1.500 años de historia. Además, su paisaje labrado por los ríos y el tiempo es el máximo exponente de la relación entre el hombre y la naturaleza, como prueban la viticultura heroica de sus abruptos bancales.