Agentes de la Policía Nacional de Ourense detuvieron a un hombre como presunto autor de un delito de desobediencia y resistencia a la autoridad, ante su negativa a abandonar un establecimiento y persistiendo en una actitud de agresividad mientras escupía a los presentes, en plena preocupación general por la emergencia sanitaria del coronavirus.

Los hechos ocurrieron a las 19.10 horas del miércoles 25 de marzo del 2020, cuando el responsable de una gasolinera de esta ciudad comunica que un hombre está molestando al resto de personas que se encontraban repostando, asi como al encargado del establecimiento y no queriendo abandonar el lugar.

A la llegada de una dotación de Policía Nacional de Seguridad Ciudadana, observan a un individuo a la puerta del local de la gasolinera destinado a tienda, profiriendo insultos y gritando a la persona responsable del negocio, al mismo tiempo que impedía pasar al resto de usuarios, evitando mantener la distancia de seguridad recomendada.

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Los agentes le interrogan y su contestación fue que no se va porque no le da la gana y que está muy a gustito y no le apetece irse a casa. Por tal motivo, es informado de que va a ser propuesto para sanción por vulnerar el estado de alarma. Se negó a firmar la denuncia y siguió en su negativa a abandonar dicho lugar, siendo advertido de que si persitía en esta actitud podría incurrir en un ilícto penal que conllevaría su detención.

Ante estas indicaciones el hombre hace caso omiso, encarándose hacia estos, no manteniendo la distancia mínima de seguridad recomendada a fin de evitar posibles contagios, teniendo que ser separado en todo momento por los agentes, ante lo que este hombre contestó: "Si tengo el coronavirus, os contagio a todos y nos morimos, y ya está".

En un momento dado se abalanzó sobre uno de los agentes de policía, lanzándole un salivazo, el cual alcanza al agente en su rodilla izquierda. Siguió lanzando salivazos y los agentes de Policía proceden a su reducción y posterior detención, persistiendo todavía en su actitud escupiendo, viéndose obligados a colocarle una bolsa de plástico amplia sobre su cabeza, a fin de evitar que alcanzase a cualquier persona presente con su saliva. Es trasladado a dependencias policiales para la continuación de los trámites pertinentes y a su fin puesto en libertad.

El detenido es un hombre de cuarenta y nueve años, natural de Ourense, careciendo de detenciones anteriores.