En el municipio ourensano de Petín, una decena de mujeres voluntarias empezaron este martes en sus casas a confeccionar mascarillas para entregar a diversas residencias de ancianos de concellos de la zona que las necesiten.

Tienen máquinas de coser, horas libres, y ganas de ayudar para frenar esta pandemia. Usan telas de algodón que tienen en sus casas y precisamente ayer una vecina, que tenía una tienda y cerró, les envió gomas que fue a recoger personal de Protección Civil. Aún ayer no habían hecho muchas, y según la alcaldesa, Raquel Bautista Carballo, se entregarán a residencias, o "las llevaremos a donde nos diga la gente".

Apunta que "a través de una chica de aquí me enteré que en la residencia de Viana necesitaban mascarillas y a raíz de eso nos empezamos a mover". Añade que también habló con una mujer de Viana que lleva días haciéndolas y ya entregó algunas en Viana, Manzaneda o A Veiga, y que ahora las está confeccionando para un supermercado. Ella "me mandó el tutorial de Facebook para la gente que las quiera hacer".

Señala la alcaldesa que en Petín "debemos ser los únicos que no tenemos residencia" respecto a los concellos vecinos que sí tienen.

También a finales de la semana pasada en el municipio de Baltar una costurera jubilada de Sabucedo, Hortensia Jardón, emprendió la tarea de confeccionar mascarillas y ya lleva alrededor de 90 elaboradas, de las que dice que ya ha recogido gran parte el Concello, que le facilitó la tela, así como también alguna panadería que se las encargó. Tiene pedidos incluso de una granja y vecinos. Dice que mientras tenga material las seguirá haciendo. Quienes se las encargan se lo proporcionan.