Andar por los depósitos del viejo Archivo Histórico Provincial es invocar a la historia de los ourensanos, agolpada en estanterías del siglo pasado. Pablo Sánchez Ferro, el director de la institución, acogió la noticia de la licitación del contrato del traslado de los fondos a la nueva sede del complejo de San Francisco con "ilusión y ganas", explicando que "supone que parece que estamos llegando a puerto".Y es que la espera fue larga -17 años- y el vaivén de los plazos abraza la nueva situación con la esperanza de que la nueva sede tenga fecha de apertura.
"Hay ganas y hay mucha necesidad de ocupar ese espacio, conseguimos que la sociedad ourensana consiga una infraestructura acorde a los fondos patrimoniales que tiene", explica al director que planifica un traslado por bloques "que se ultimará cuando haya una empresa adjudicataria y que va en función de los tipos de documentos. No es lo mismo trasladar un pergamino que es necesario una caja amplia que cajas de archivos o libros de cubiertas sensibles, que es necesario envolverlos".
Para el traslado no vale cualquier empresa. El máximo representante de la institución advierte que "se busca con ciertas cláusulas del pliego, una cierta cualificación en este tipo de traslados, es decir que se presente empresas cualificadas. La Xunta se comprometió de una forma eficiente y eficaz en la elaboración de los pliegos para un traslado que garantice el trasvase en todos los sentidos".
No hay que dejar nada a la improvisación para planificar el cambio de sede: "Estamos realizando una revisión absoluta de todas las más de 54.000 cajas y libros para que todos estén situados en su posición, que todos los números identificativos sean legibles y en aquellos en los que se vea cierta duda, repasarlos.También estamos metiendo archivos en nuestras cajas, aunque estamos pendientes de que quien venga tiene que cumplir con unos parámetros de emplazamiento rígidos, para no dañar los archivos. El traslado se va a hacer en un contexto de un traslado muy amable. Vamos a tener revisados todos los archivos y todos aquellos que tengan un traslado más metódico o más cuidadoso se vigilirán. Son preocupantes ciertos libros de épocas remotas de instituciones religiosas que tienen encuadernaciones singulares y que conviene envolver uno a uno, en cajones rígidos. Con ellos estamos y los tenemos contabilizados uno a uno, son 1.500 libros muy sensibles y que cuando llegue el momento se hablará con la empresa adjudicataria". Son años de preparación y meses de trabajo para que esté perfecto a la hora de iniciarse el traslado. Perder nada, no es una posibilidad: "No nos lo podemos permitir, estará todo racionalizado y los dos meses de ejecución del traslado son realistas, no queremos prisas".
"Galáctica"
"Se pierde la poética, aunque es una infraestructura galáctica y futurista, pero la calidad de conservación es que es inestimable, el Ministerio de Cultura ha hecho una aportación significativa importante en cuanto a esta infraestructura", señala el director que abre por primera vez los depósitos de la nueva sede con la autorización de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del Ministerio de Cultura. Los depósitos que contarán con climatización artificial para controlar la temperatura, la humedad y la luz que entra para evitar la degradación de los archivos.
