Un ourensano de 56 años, R. B. T., detenido hace ya meses por la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la comisaría provincial de la Policía Nacional, es uno de los 21 implicados en una operación a nivel nacional contra la pornografía infantil, que se prolongó durante años y medio, con un balance final de 15 detenciones y 6 imputaciones más. Los investigados presuntamente poseían y distribuían gran cantidad de material de pornografía infantil a través de las redes sociales. Uno de los detenidos, en Barcelona, llegó a pagar 300 euros por un lote de imágenes protagonizadas por menores de muy corta edad en las que, incluso, aparecían bebés que eran agredidos sexualmente de una forma muy violenta. La Policía ha practicado detenciones por estos hechos en las provincias de Albacete, Badajoz, Barcelona, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia y Santa Cruz de Tenerife. Seis individuos más fueron imputados.

El aviso de Estados Unidos

Las investigaciones comenzaron cuando la Policía Nacional recibió, a través de la Embajada de Estados Unidos en España, una información relativa a varias investigaciones llevadas a cabo por el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC) de Estados Unidos, relacionada con la presunta comisión de un delito de prostitución y corrupción de menores. En esa información constaban las denuncias recibidas relativas a diferentes hechos constitutivos de delitos de tenencia y distribución de material pornográfico infantil a través de Internet en España.

Una conocida red social denunció a través del NCMEC que varios de sus usuarios habían publicado en sus cuentas material audiovisual de explotación sexual infantil. Algunos de ellos creaban, de forma continua, nuevas cuentas con datos falsos para poder seguir compartiendo los archivos ilegales con otros usuarios a los que conocían gracias a la red social.

En los 21 registros llevados a cabo en España, se han intervenido 19 móviles, 14 ordenadores portátiles, 6 discos duros, 4 lápices de memoria, 3 tabletas, una tarjeta de memoria y 3 DVD/CD. La Policía Nacional advierte de que compartir o guardar este tipo de imágenes de menores es un delito. Debe ser denunciado en la propia red social o ante las fuerzas de seguridad.