El núcleo etnográfico de Seixalbo vivió con entusiasmo su cuarta jornada de entroido. El carnaval tiene voz propia en esta localidad del concello de Ourense, donde reinan las figuras tradicionales Paquita y Nicanor, que simbolizan la fertilidad, y su hijo Vicentiño, incorporado hace unos años a la familia.
La agenda comenzó con el desfile de comparsas y actuación en la Praza Maior con música de las charangas. Durante toda la tarde estuvo animada la fiesta y a las ocho volvieron a desfilar los disfraces por las calles de Seixalbo. Al caer la noche se encendió la hoguera en la que ardieron los cuerpos de Paquita y Nicanor, elaborados con paja. De las figuras se conservan las máscaras, que se entregan a sus nuevas familias, que las custodiarán todo el año. Antiguamente se entregaban a las parejas jóvenes con la idea de que concibiesen un hijo durante este período.
Seixalbo despide esta noche el entroido con entierro y sardiñada, a partir de las 22.00 horas.