Un hombre, vecino de Ourense, ubicó una caja de madera con más de siete cachorros en la calle Paseo, donde se dispuso a regalar los perros a las personas que se interesaban por ellos.

Desde la protectora municipal, informaban de una llamada a la Policía Local para que acudiera al lugar del suceso, mientras el susodicho regalaba varios perros, que según algunos colectivos animalistas, eso es "perjudicial, porque probablemente veamos a esos cachorros los próximos días por carreteras o abandonados por ahí".

La actuación de los agentes de la Policía Local se produjo cuando ya le quedaban tres cachorros por regalar y en esos momentos el hombre se marchó arguyendo que "estos me los quedó yo".

Algunos colectivos animalistas al enterarse del suceso se acercaron, pero el hombre ya no se encontraba en el lugar indicado. Alegan que "quien los haya cogido que los lleve al veterinario para ver si todo esta bien y tienen toda la medicación pertinente".