Un conductor de 43 años circulaba presuntamente bajo efectos del alcohol a primera hora del 9 de enero de 2020, por la autovía A-52. La Guardia Civil de Tráfico le dio el alto en el kilómetro 217 y observó síntomas de que había bebido, como ojos brillantes, habla pastosa y un aliento a alcohol "muy fuerte de cerca".
En la primera prueba de aire practicada a las 8.28 horas, dio 1,11 miligramos por litro; en la segunda, a las 8.45, el resultado fue de 0,99. La tasa cuadriplica la máxima permitida para poder conducir.
El acusado no aceptó los términos de la acusación de la Fiscalía por un delito contra la seguridad del tráfico. Se enfrenta a una petición de 3 meses de prisión, multa de 1.260 euros y la privación del carné de conducir durante un año.