La querella argentina suma siete casos de ourensanos deportados en campos nazis

Sus familiares y la ARMH aportarán la documentación a la investigación de los crímenes del franquismo

Joaquín Balboa, de Monterrei, estuvo en Mauthausen. // FdV

Joaquín Balboa, de Monterrei, estuvo en Mauthausen. // FdV

Los nombres de siete ourensanos deportados en campos de concentración nazis se incorporarán a la querella argentina contra los crímenes del franquismo que tramita el Juzgado Nacional de lo Criminal y Correccional Federal número 1 de Buenos Aires. De los siete sólo tres sobrevivieron al encierro y son sus nietos y sobrinos los que han promovido la denuncia, en estrecha colaboración con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Son siete los que se unen a la investigación sobre el genocidio que dirige la jueza María Romilda Servini, pero hasta la fecha la ARMH maneja una lista con los nombres e historias de 45 ourensanos que combatieron el fascismo y vivieron el infierno de los campos de concentración.

Los casos de Abilio Álvarez, Joaquín Balboa, Francisco Cortés, Julio Domínguez, Isauro González, Avelino Pérez y Nicolás Rodríguez forman parte de la pieza que se unirá a la querella y que por primera vez sitúa a los deportados en campos nazis como objeto de esta investigación. El procedimiento arrancó el 14 de abril de 2010 por iniciativa de Darío Rivas, hijo de Severino Rivas, el primer fusilado exhumado en Galicia, y se ha convertido en la única investigación abierta en el mundo que busca justicia y reparación para las víctimas del franquismo.

Los siete deportados que se unirán a la querella fueron prisioneros de guerra que acabaron en campos de concentración sin que el gobierno de Franco se pronunciase sobre su destino. Tampoco lo hizo sobre el de los otros 38 prisioneros ourensanos documentados. Menos del 40% lograron sobrevivir a los campos nazis.

"El gobierno franquista pudo salvarlos pero no le dio la gana", señala la investigadora de la ARMH, Carmen García-Rodeja, "con algunos estuvieron dando vueltas por Europa en un tren esperando respuesta de Madrid sobre qué hacían con ellos pero nunca les contestaron". Alemania también preguntó por el destino de los prisioneros de guerra, incide la investigadora, "porque no los podían matar, pero el gobierno español se inhibió con el argumento de que no era españoles; tenemos datos para demostrar que no es que el franquismo fuese cómplice, es que los echó al matadero".

Eladio Anxo Fernández Manso, coordinador de un grupo de investigadores que han buscado e identificado hasta la fecha a 45 ourensanos deportados en los campos nazis, habla de dos tipos de deportados. Uno, los que formaban parte del ejército republicano durante la Guerra Civil y huyeron a Francia, donde fueron capturados por el ejército alemán y trasladados a Mauthausen. Su distintivo era el triángulo azul y eran los apátridas, señala Fernández Manso: "Franco se desentendió totalmente de ellos. Es el grupo más numeroso y la mayoría murieron en Gusen". El otro también eran exiliados en Francia que se unieron a la resistencia y acabaron detenidos por el ejército alemán o la Gestapo entre 1943 y 1944. Llevaban el triángulo rojo y fueron deportados a otros campos como Buchenwald, Dachau o Sachsenchausen.

La identificación de estas víctimas es fruto de meses de trabajo. El próximo mes de febrero, en tres sesiones homenaje, familiares y miembros de la ARMH expondrán los siete casos que se incorporan a la querella.

| Abilio Álvarez Bernardo (1916-1942). Nació en Olelas, Entrimo. Durante la guerra formó parte de las brigadas mixtas del ejército de la República y a principios de 1939, durante la retirada, huyó a Francia. Fue capturado en 1941 y entró en Mauthausen el 27 de enero de 1941. Un año después fue trasladado a Hartheim y gaseado.

| Joaquín Balboa (1908-1994). Nació en Estevesiños, Monterrei. Emigró con su mujer a Barcelona. En 1937 ingresó en el cuerpo de carabineros y al caer Cataluña huyó a Francia. Fue capturado por los alemanes en 1940 y tras pasar por varios campos de prisioneros acabó en Mauthausen. Trabajó en la cantera y después como barbero. En 1943 fue enviado al subcampo de Sant Lambrecht, al sur de Austria. Tras la liberación regresó a Barcelona y en 1975 volvió con su mujer a la aldea natal de Monterrei, que le rindió homenaje póstumo en 2016. Joaquín Balboa viajó por última vez a Mauthausen en 1989.

| Francisco Cortés Martínez (1913-1987). De Calvos de Randín. Participó en la Guerra Civil como miliciano y en la sección de Investigaciones Especiales en Madrid. Huyó a Francia pasando por el campo de Argelés. Fue detenido en Tours en 1943, probablemente por ser miembro de la resistencia, y el 29 de enero de 1944 lo trasladaron a Buchenwald. Sobrevivió y al finalizar la II Guerra Mundial regresó a Burdeos y finalmente a España. Las secuelas del maltrato debilitaron su salud. Falleció en Soutomaior y está enterrado en Vigo.

| Julio Rodríguez Domínguez (1916-1993). Nació en Xacebáns, Quintela de Leirado. En la Guerra Civil fue teniente de las milicias gallegas y al finalizar la contienda escapó a Francia. Colaboraba con la resistencia y fue detenido por participar en sabotajes contra el ejército nazi. Detenido en marzo de 1944, ingresó en Mauthausen. Fue repatriado a Francia en 1945. En 1985 visitó Xacebáns.

| Isauro González Prada (1909-1941). Nacido en Camba, Castro Caldelas. Vivió en Barcelona antes de exiliarse a Francia, donde perteneció, como la mayoría de los anteriores, a la Compañía de Trabajadores Extranjeros. Entró en Mauthausen en enero de 1941 procedente del campo de prisioneros de Fallingbostel. Murió en Gusen el 2 de noviembre de 1942. Causa de la muerte: tuberculosis.

| Avelino Pérez Rodríguez (1899-1941). De Terrachán, Entrimo. Casado y con dos hijas emigró a Madrid. Al empezar la guerra se unió a las Milicias Cívicas de Izquierda Republicana. Pasó por los campos de refugiados de Francia y en 1940 fue capturado por el ejército alemán. Entró en Mauthausen en enero de 1941 y siete meses después se registró su muerte, por bronconeumonía, en Gusen.

| Nicolás Rodríguez Pérez (1898-1945). Albarellos, Monterrei. Formó parte del ejército republicano y al finalizar la guerra huyó a Francia. Fue detenido en 1944 y deportado desde Tolouse a Dachau en el "tren fantasma". Muy debilitado por este viaje que duró 52 días falleció sólo dos meses antes de la liberación del campo.

El Liceo celebrará en febrero unas jornadas de homenaje a los deportados ourensanos en campos nazis por iniciativa de la ARMH en colaboración con Os Amigos da República de Ourense y el Liceo. La investigadora Carmen García-Rodeja destaca la importancia de rescatar del silencio y el olvido a estas personas que sufrieron el horror de los campos nazis. "Existe un desconocimiento generalizado de la realidad de españoles y gallegos en los campos de concentración y exterminio nazi", señala. "Escapando de la represión franquista se exiliaron en Francia y les sorprendió la II Guerra Mundial; fueron víctimas de la represión nazi y del olvido en su país".

Por estos motivos, y ante la conmemoración del día internacional de las víctimas del Holocausto, las entidades citadas han organizado una serie de actividades que se celebrarán los días 1, 7 y 14 de febrero en el Liceo, y que incluyen una exposición sobre el catalán Francesc Boix, preso de Mauthausen que ayudó a documentar el horror de los campos nazis y enjuiciar a los responsables. Además, la ARMH y los familiares presentarán los casos de deportados que se unirán a la querella argentina.

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