J.S.S. mostró su conformidad a la petición solicitada por el Ministerio Público de 4 años y tres meses de prisión, en el juicio celebrado ayer en la sala de lo Penal 2 de los Juzgados de Ourense, donde se le acusaba por un robo en una sucursal del Banco Santander de As Conchas, en el Concello de Lobeira, el 3 de enero de 2019. El acusado compareció por videoconferencia desde la cárcel de Teixeiro para aceptar la pena impuesta, así como la responsabilidad civil que se deriva del delito, que asciende casi a los 6.000 euros (5.458 euros).

Los hechos enjuiciados

Día 3 de enero de 2019. El año nuevo se levanta y la sucursal de Lobeira iniciaba su jornada de trabajo cuando pasado el mediodía, una persona entró a las instalaciones anunciando que se trataba de un atraco y acercándose al mostrador con una pistola como señal de intimidación y amenazando a las personas que estaban en el interior.

El atracador se dirigió a la empleada de la sucursal y le conminó a que le entregase las llaves del cajero. Una petición que la mujer rechazó al aludir que no la tenía, lo que provocó que el asaltante le señalara que le entregase todo el dinero que estuviera a su alcance, incluidas las monedas.

La Guardia Civil detuvo a J.S.S. y a A.C.G. en el marco de la "Operación Boludo", en A Coruña, y las instrucciones del robo de la sucursal bancaria en Lobeira, fueron competencia de la justicia ourensana que le impone a José S.S. una pena de cuatro años y tres meses de cárcel. Además los dos hombres están acusados de siete atracos con un botín de más de 126.000 euros. Los agentes sostuvieron que A.C.G. participó en el atraco a la sucursal de Lobeira, pero las diligencias no pudieron demostrar que esa participación existiera.

Un robo con la cara tapada

J.S.S. entró el 3 de enero del pasado año a la sucursal bancaria de Lobeira con una pistola en mano, pero también con una careta de látex. Este objeto desconfiguraba el reconocimiento de sus facciones y ocultaba su rostro para no ser conocido. Además, en el momento de la detención se le incautaron otros utensilios que utilizó en otros robos como pelucas o gafas. En el momento de perpetrar el robo, le solicitó a la empleada del banco que introdujera el dinero en una bolsa, para momentos después salir corriendo y dirigirse por hacia Portugal.