Mientras Aroa, la bebé de dos meses que hizo de niño Jesús en el belén de Dacón no se movió del regazo de su madre, en el belén instalado por el Concello Ourense en Bispo Cesáreo, ya no hay ni recién nacido. Varias figuras fueron destrozadas ayer por vándalos y el niño Jesús ha vuelto a ser "secuestrado", utilizando la irónica expresión del alcalde Gonzalo Pérez Jácome, cuando se produjo el primer robo de la figura, que apareció luego sin brazos. En la tarde de ayer otro vándalo instaló un muñeco Nenuco desvencijado, y con una esvástica pintada en la frente en el regazo de la virgen. El mundo se ríe de Ourense, pero Jácome dice que el belén "ya es noticia internacional.¿Cuánto valdría promocionar la ciudad por otras vías? Nos salió el plan niquelado".