Acosó a su expareja con frecuentes llamadas, tanto de día como a altas horas de la madrugada, causándole ansiedad y temor. El acusado fue ayer a juicio, reconoció el delito y se conforma con una condena de un año de prisión más 3 años y medio de alejamiento, a una distancia mínima de 100 metros.

El 20 de septiembre de 2016, cuando la víctima tenía el coche parado, el hombre se dirigió a ella y le recriminó que tuviera una nueva pareja. Con la misma intención la telefoneaba, incluso desde un número oculto. Entre mayo y diciembre de 2016 la llamó a todas horas. Quedaron registradas un total de 70 llamadas en el terminal de la perjudicada. Debe indemnizarla con 2.000 euros en concepto de daños morales.