La protesta de los vecinos de Verín ante el cierre del paritorio del hospital no ha terminado todavía. Lejos de quedarse en la multitudinaria protesta de ayer por las calles de la villa, los cerca de 400 trabajadores irán más allá y desde mañana iniciarán un encierro indefinido que solo frenarán si el Sergas da marcha atrás a su decisión -que ha sido respaldada por facultativos de los servicios de Ginecología, Obstetricia y Pediatría del CHUO-.

Así lo ha confirmado la presidenta de la comisión delegada del centro verinés, Eva Fernández: "Pedimos que comparezca en Verín el conselleiro de Sanidad y esperamos que mediten y retrocedan porque esta decisión es inviable, no se puede dejar a toda una población desatendida".

Hoy han trabajado un ginecólogo y la matrona de guardia, así como el pediatra que asistió ayer al último bebé nacido -aunque no tendría que acudir a su puesto de trabajo-, que fue ayer por la mañana.

Las futuras madres de la comarca y alrededores tendrán que acudir desde ya al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) -a un mínimo de 70 kilómetros- para poder dar a luz. El Sergas justifica su postura en el bajo índice de partos anuales -89 el pasado año-.