La novena en honor a la Virgen de Os Milagros pone hoy el broche final, con multitudinarios actos programados y la peregrinación de sus fieles de forma cesante. Hoy será el grande día, sin embargo ayer el camposanto del Monte Medo, en Baños de Molgas, se iluminó como tradicionalmente en cada edición para arropar, acompañar y celebrar el Rosario de las Antorchas.

Miles de personas se congregaron, a cuentagotas hasta llenar el recinto religioso, para saludar y rezar ante Nuestra Señora de Os Milagros un rosario solemne, con el guion de la biblia y los párrocos encargados de oficiar la eucaristía. A las 23.00 horas, los devotos sostuvieron sus velas en alto para iniciar un cita religiosa con gran arraigo en la provincia y de diferentes partes de la comunidad de Galicia.

El rector del santuario de Os Milagros, José Manuel Villar, una de las caras más reconocidas del recinto de Baños de Molgas cerró ayer un día emotivo y cargado de fe religiosa, acompañando una noche única.

Tras la despedida de los fieles a la virgen para refugiarse en el santuario, una sucesión de fuegos artificiales centraron la atención de los feligreses que observaron con atención la traca final.

Con el lema de la novena de este año "Con María, evangelización y caridad", la novena cumplió con su programa de misas diarias en sesión de mañana y de tarde, pero resta el día más grande de los nueve días de ferviente actividad religiosa. Hoy la Virgen de Os Milagros se despedirá para descansar hasta la próxima edición. La misa grande de 12.00 horas llevará a la figura religiosa a recorrer el camposanto de Baños de Molgas y a despedir a los miles de feligreses que cada año acuden para hacerle ofrendas o realizar la petición de promesas.

Mención especial, para los servicios de emergencias (Tráfico, GES, Protección Civil y demás voluntarios) que establecieron carpas durante los kilómetros que separan la capital del santuario, para atender a los peregrinos. Agua, café, comida o atenciones sanitarias para que cumplieran con el objetivo de caminar hasta el camposanto y llegar con la promesa o la petición a la Virgen de Os Milagros. El dispositivo ofrecido fue indispensable para que no sucediera ningún tipo de incidente, susto o problema.