Como maestro de arquitectos, Manuel Gallego Jorreto cuenta con una dilatada trayectoria profesional en la que se incluyen proyectos emblemáticos como el Museo de Bellas Artes de A Coruña o la residencia oficial del Presidente de la Xunta de Galicia. Sus más de cinco décadas de trayectoria profesional le han cosechado multitud de galadornes como el Premio Nacional de Arquitectura 2018. Ayer su lista de premios se agrandaba tras conocerse la decisión del jurado del IV Premio "Ágora do Orcellón" de que recayese sobre su persona. Gallego Jorreto recibe la distinción como "todo un honor" y reflexiona sobre la arquitectura desde la barrera de la experiencia.

-El Instituto de Estudios Carballineses le homenajea,entre otras cosas, por "el compromiso de su arquitectura con Galicia", ¿qué se siente?

-Me ha hecho mucha ilusión recibir la llamada. Todos los galardones suponen una satisfacción y a medida que pasa el tiempo todavía más. Sin embargo éste es aún más especial porque proviene del lugar en donde nací y da cuenta de que la gente de mi tierra natal se acuerda de mí.

-¿Cómo influye Galicia en sus proyectos arquitectónicos?

-El influjo que tiene sobre mí Galicia no puede definirse de un modo concreto pero está claro que entran en juego factores como el ambiente, la cultura, sus gentes, los amigos y aquellas cosas que uno ha vivido de niño.

-Sus trabajos tienen proyección a nivel nacional e internacional. ¿Hay muestras de su obra en O Carballiño?

- En la villa he preparado varios proyectos, aunque todavía no se han ejecutado. En el caso del Museo del Papel he llevado a cabo la primera parte consistente en la rehabilitación de un secadero para usos museísticos pero todavía queda completar el Museo. También he hecho el proyecto de una piscina cubierta y un restaurante cafetería en el balneario pero aún no se han ejecutado.

-¿Cuál cree que es el sello personal que define su arquitectura?

-No creo que sea yo la persona más adecuada para responder, pero si tuviera que aventurarme diría que es una arquitectura tranquila que intenta preocuparse, porque no siempre lo consigue, por el usuario. Intento que el que vive mi arquitectura esté mejor y pueda disfrutar de la misma como un arte.

-A día de hoy, ¿la arquitectura se preocupa del uso que se le dará?

-La auténtica arquitectura sí que lo hace. Es cierto que también existe una arquitectura menos seria, por decirlo de algún modo, a la que esta cuestión le importa poco. No obstante, esta arquitectura acaba adoleciendo de defectos importantes.

-¿Cómo cree que ha evolucionado la arquitectura últimamente?

-Ha cambiado mucho y a la vez poco, digamos que los cambios residen principalmente en las apariencias. Creo que cada vez se valora menos socialmente la arquitectura y su calidad.

- ¿Dónde reside la calidad de la arquitectura?

- La calidad de la arquitectura se la aporta el autor que la proyecta mediante el cuidado y la reflexión. Al igual que una novela, la arquitectura es una obra de autor.

- ¿Tiene interés por hacer algún proyecto en concreto?

- Tengo mucho interés por todas las obras en las que estoy trabajando. Por lo demás, si me pregunta por un deseo personal, diría que siempre tengo ilusión por cualquier trabajo, en cualquier lugar.