Lola Suárez, hija del último alcalde republicano de Ourense, Manuel Suárez, lloró ayer en el Cementerio de San Francisco lágrimas de rabia y emoción. Se cumplían 82 años del fusilamiento de su padre y volvió a escuchar, con la voz de la socialista Juana Ageitos, las últimas palabras que el sentenciado le escribió a su madre y hermanos horas antes de su muerte, el 26 de julio de 1937: "Adiós para siempre amantísima esposa y queridísimos hijos", se despedía tras condenar el sinsentido de la guerra: "No tienen razones y no pueden triunfar los que para conseguirlo se están ahogando en sangre", escribió.

El PSOE de Ourense quiso recordarlo ayer con un acto en su memoria que se celebró en el espacio del camposanto dedicado a las víctimas del franquismo. "Quiero agradecer a todos este momento, que es al mismo tiempo doloroso y precioso, porque con él honramos a los que aquí están enterrados", dijo Lola Suárez, valorando el enorme "sacrificio" de todos ellos "y el de muchos otros que no se sabe dónde están". Ella, que vivió el horror del franquismo y de la dictadura del lado de los perseguidos, pidió a los jóvenes que tomen conciencia "de lo que sufrieron estos hombres y por lo qué murieron; ganar y gobernar no es lo mismo".

El acto, organizado por los socialistas ourensanos con la participación de UGT, contó con el apoyo del Concello de Ourense, que aportó, de mano del edil Armando Ojea, las flores depositadas junto al monumento en homenaje a los represaliados, sobre el que también se colocaron dos banderas republicanas.

Xosé Lois Carrión dirigió el acto y repasó la vida de Manuel Suárez, que hace diez años, durante el mandato del socialista Paco Rodríguez, fue nombrado hijo predilecto de la ciudad y recibió a título póstumo la Medalla de Oro. Destacó su relevancia política tanto en el PSOE como en UGT y recordó que antes de ser alcalde fue concejal y vicepresidente de la Diputación. Tras estar oculto un tiempo fue detenido y juzgado en un consejo de guerra que se celebró en el paraninfo del instituto Otero Pedrayo. "Un lugar de cultura y educación no debió acoger estos actos de injusticia", reprobó y recordó que el claustro del IES aprobó en 2018 la colocación de una placa en el vestíbulo del centro en memoria de las personas allí juzgadas que todavía no está colocada.

También el responsable de UGT, Mario Franco, dedicó unas palabras a los "pioneros" del estado del bienestar que "murieron defendiendo aquello en lo que creían". Por su parte, el secretario de los socialistas ourensanos, Rafa Villarino, condenó que aquellas conquistas fuesen "cercenadas por los anticonstitucionalistas y golpistas, que sustentados en la violencia eliminaron quitando la vida a todas las personas que podían verificar sus falsedades; patriotas de cartón piedra, que siempre con el nombre de España, fusilaron a personas decentes", concluyó.