Yosi, líder de Los Suaves y uno de los iconos del rock español, llevaba tres años lejos de los escenarios. Este jueves volvió de forma inesperada en casa, acompañando a Marea en el tramo final de su concierto en las fiestas de Ourense. Sin la mejor afinación pero con el aura intacta de cantante y poeta, interpretó Dulce Castigo, de la mítica banda ourensana. El público estalló en una gran ovación. Suya es la frase: "Hay que dejarse de rollos: el rock and roll es escribir una canción como si fuera la primera y cantarla como si fuera la última". Y así ha ocurrido de nuevo.