La Fundación Juan Soñador desarrolla en Ourense el programa Teranga en su sede de Pena Trevinca, número 8. Hoy se celebra el Día Mundial de las Personas Refugiadas y desde la entidad y el resto de las Plataformas Sociales Salesianas lanzan la campaña "Tu voz también es refugio". El objetivo es informar y formar sobre la protección internacional, así como combatir mitos y noticias falsas y sensibilizar sobre un asunto que afecta a más de 68 millones de personas en el mundo.

En Ourense las cifras registradas en Teranga hablan de 82 personas refugiadas o solicitantes de protección internacional que han participado en el programa desde el año 2013. Hasta mayo de este año han compartido sus historias en este espacio 24 personas con este estatus. "Últimamente llegan muchas personas de Venezuela y de Colombia. Estas últimas con historias especialmente trágicas y violentas. Pero también hemos tenido personas refugiadas o solicitantes de protección internacional de Armenia, El Salvador, Guinea Conakry, Mali, Nigeria o Ucrania. Lo importante no son las cifras, ni la procedencia, lo importante es cada una de las personas que están detrás", afirma la entidad.

Jose Manuel (nombre ficticio) es un venezolano de 59 años acogido a protección internacional que vive en Ourense con su mujer y su hija. Según Juan Soñador, pediría al Gobierno "que nos den la oportunidad de ser útiles. Siento que ahora no estoy contribuyendo al país que me acoge mientras no me den permiso de trabajo. Creo que para el país de acogida es una excelente oportunidad cada persona que llega. No quiero ser una carga, no vine a pasar vacaciones, lo que quiero es trabajar y ser útil".

Laura (también nombre ficticio) llegó a España hace 2 años con su hijo, tenían planes para que su marido también pudiera pero falleció. Su familia le pide que no vuelvan y ella contó a la entidad: "Llegué hace cuatro meses a Ourense y sigo en el camino, con el apoyo de las personas de diferentes entidades a las que agradezco su atención, su acogida y su trato. Hay que seguir adelante."

"Estas personas son ejemplo de valor, de coraje y de supervivencia. Debemos ser conscientes que son personas que han tenido que huir de su hogar, dejar a su familia y amigos y empezar desde cero una nueva vida en un lugar que no conocen. En la medida de nuestras posibilidades, debemos "ser refugio", dice la entidad.