"Doctora, el especialista pidió una prueba urgente para saber lo que tengo, aún no me llamaron y ya pasaron tres meses. ¿Qué puedo hacer?". Es una de muchas preguntas recurrentes que los pacientes de Atención Primaria hacen en Galicia a sus médicos de familia ante un sistema en ocasiones colapsado y a la que los profesionales sanitarios no pueden dar respuesta.

Estos médicos y pediatras salieron a la calle en una convocatoria "en defensa de una ratio de pacientes y facultativos que nos permita un tiempo mínimo para dar una atención digna", señalan. Fue una movilización que se llevó a cabo en todos los centros de salud de Galicia "y que fue un éxito en toda la comunidad y también en los centros de salud de Ourense, en los que pese a la dispersión de centros, hubo un seguimiento de hasta 60% en la capital y del 90% en el rural" explica María José Fernández, presidenta de la asamblea sanitaria de Galicia.

Los datos son significativos y del apoyo que han dado no solo los médicos sino sus pacientes, dieron cuenta las salas de espera, vacías en horas punta, en los centros de salud de la ciudad y del rural.

El hecho de que en algunos centros de la ciudad la participación en la huelga rondara el 60% se debe precisamente a la imposición de servicios mínimos, mientras que en los centros de salud del rural unitarios, con un solo médico, el paro fue total y ese facultativo solo trabajó en el 90% de los casos para atender urgencias, no citas programadas.

"Estamos satisfechos, además, porque lo convocamos los propios profesionales, sin dejar de trabajar durante la preparación, pues no somos sindicatos y por tanto no tenemos personal liberado", indica María José Fernández, lo que demuestra esa voluntad unánime en toda Galicia de médicos, pediatras y resto de facultativos de Primaria de volver a luchar por una dotación de medios, contratos estables y cobertura de vacantes que garanticen una cobertura de ratio de pacientes por médicos "que garantice ese mínimo de 10 minutos que ahora mismo no tenemos", afirman.

En el manifiesto de los convocantes, hecho público ayer, explican que "somos médicos de familia que en nuestro trabajo diario hacemos lo que siempre quisimos hacer, desempeñar una profesión que es nuestra vocación y para la que nos preparamos a lo largo de muchos años. Intentamos curar, siempre que se pueda, aliviar en cualquier caso y siempre estar al lado del que sufre para, por lo menos, confortar. Adquirimos un compromiso con las personas, con la sociedad en general, con la mejora continua de nuestro trabajo y con la ética", indican. Por eso, "las personas que atendemos son las que dan sentido a nuestra profesión, nos confían su cuidado, el de sus padres e hijos y nos permiten entrar en su vida", agregan

Es por ello que la huelga, afirman, "está para reclamar una atención sanitaria óptima para ellos", pues los facultativos de familia y pediatras "desempeñamos nuestro trabajo diario en condiciones que están muy por debajo de los estándares deseables, sin tiempo para atender a las necesidades de nuestros pacientes, y a diario vivimos situaciones que cada vez son más frecuentes, que producen angustia y preocupación a nuestros pacientes, y a nosotros impotencia al no poder solucionarlos", indican los convocantes en el manifiesto.

Por eso piden disculpas por los perjuicios que pudiera causar esa jornada de huelga, pero es un paro que va por ellos, por sus pacientes.

Recuerdan que tomaron la decisión de "adoptar esta medida extrema ante la postura de los gestores sanitarios de negar las evidencias ante nuestras protestas, de promesas vacías de compromiso, mentiras y ofensas dirigidas hacia el colectivo profesional, menospreciando nuestro quehacer y esfuerzo diario".

Añaden que "se taparon ojos y oídos ante la situación real que tantas veces les expusimos y denunciamos los profesionales de Atención Primaria a lo largo de los últimos años y para lo cual venimos pidiendo solución desde hace mucho tiempo, ya tal vez demasiado tiempo", lamentan.