Se había convertido en una cuestión recurrente durante el pasado mandato, en el que, como líder de la oposición lo llegó a plantear en varias ocasiones, y ayer, el ahora nuevo alcalde, Pérez Jácome, anunció que hoy mismo firmará una providencia para implantar el control horario de los funcionarios del concello.

Sostiene Jácome que "no es ninguna obsesión hacia los funcionarios", sino que se trata de poner en marcha un sistema para que se cumplan con lo que se establece, ya que "además de derechos, también existen deberes", y uno de ellos es cumplir el horario establecido por parte de los trabajadores municipales.

Y aunque en su momento alguno de los grupos políticos lo llegó acusar de "demonizar a los trabajadores", el actual alcalde rechaza esa apreciación, pues el objetivo de ese control horario no tiene más objetivo que "todos cumplan", y acabar con algunas situaciones que se vienen produciendo y que de forma reiterada denunció los últimos cuatro años.

Además de advertir el propio regidor que en ningún momento "generalizó las malas prácticas" de algunas trabajadores en todo el colectivo, y reconocer que en el concello "tenemos muy buenos funcionarios", pero eso no puede llevar a que en los concellos exista este tipo de control y en el de Ourense siga pendiente su implantación real.