Después de adentrarse en la zona de la Alcaldía y compartir con sus concejales ese primer momento, Gonzalo Pérez Jácome, aún con el bastón de mando en sus manos, reconocía que se trata de una "nueva sensación" y que tiene por delante el "reto más difícil de mi vida". Sobre el pacto con el PP, asegura que Manuel Baltar "fue el único dispuesto a darme la Alcaldía".

-Es el alcalde de la tercera ciudad de Galicia, ¿lo tiene asumido?

-La verdad es que me tengo que mentalizar. Es el reto más importante y a la vez el más difícil de mi vida, pero soy una persona muy optimista y estoy muy ilusionado.

-Su pacto con el PP y Baltar es pasto de las críticas, sobre todo tras lo acontecido durante los últimos cuatro años. ¿Cómo se lo explica a sus votantes?

-Sé que puede resultar difícil de explicar., pero en las elecciones teníamos un objetivo primario y varios secundarios. Nos fue totalmente imposible conseguir los dos objetivos. El primario era la Alcaldía y el secundario, la Diputación. Ser alcalde de Ourense es más importante que la presidencia de la Diputación, porque a lo mejor se producía un relevo que no significa que Ourense fuera a mejorar. Es una carambola que será beneficiosa para Ourense. Mucha gente pedía el pleno al 15, pero no se pudo conseguir.

-¿Contemplaba la posibilidad de un pacto con Manuel Baltar, sobre todo después de llegar a plantear un acuerdo a cuatro para que no siguiese siendo presidente de la Diputación?

-Lo que siempre tuve claro es que pactaríamos con el diablo si con eso conseguíamos la gloria para Ourense. Pero en un principio no lo contemplamos, aunque posteriormente vimos que era la única opción posible, tener la Alcaldía y conseguir una transformación de la ciudad. Otros no lo entendieron así, mientras que Baltar sí, y fue el único dispuesto a darme la Alcaldía y a formar un gobierno de coalición.

-Le llueven críticas por el acuerdo y también descalificaciones, como las del candidato y secretario provincial del PSOE, Rafael Rodríguez Villarino.

-No teníamos otra opción. Además, el PSOE, cegado por la ambición y la avaricia, terminó por rompe el saco, como dice el refrán. El señor Rodríguez Villarino no hizo caso a los avisos que le enviamos, además le importaba un bledo relevar a Baltar en la Diputación, solo quería la Alcaldía a cualquier precio. Si quisiera relevar a Baltar realmente, habrían aceptado nuestra propuesta. Ellos querían la Alcaldía, sobre todo el primer año, que es electoral antes de las autonómicas.

-¿Responsabiliza entonces a los socialistas de que se fraguase el pacto con el PP?

-Desde luego. Fueron los que propiciaron esta situación, por lo que decidimos trabajar en otra dirección y llegar a un acuerdo con el PP que afecta tanto al Concello como a la Diputación. Lo importante es que teníamos claros los objetivos, y el nuestro -por DO- no es otro que transformar la ciudad, algo que se refleja en ese documento y a lo que nos vamos a poner de inmediato.

-Le acusan de mantener el "caciquismo" y por ende el "baltarismo".

-Esa es la disculpa de los perdedores. Existe un pasado de enfrentamientos políticos con Baltar que está muy presente, pero lo que a mí me importa ahora es, sobre todo, el futuro de la ciudad, algo que, desde luego, no les interesa a Villarino y a otros, de lo contrario se hubiese llegado a un acuerdo. Además les recuerdo a los que me acusan lo que pasó durante los últimos cuatro años, en los que nunca quisieron pactar con DO. Ahora, toca gobernar.