El balance de una operación contra el tráfico de heroína, iniciada hace meses por la Udyco de la Policía Nacional en A Coruña bajo la dirección del fiscal antidroga de Ourense, Miguel Ruiz, y del magistrado de Instrucción Número 1 de la ciudad, Leonardo Álvarez, no solo ha permitido desarticular una organización criminal dedicada al narcotráfico en Galicia, Castilla-León y el norte de España, localizando uno de los grandes alijos de 'speed' de los últimos años -66 kilos en Vizcaya- sino que también ha cazado a uno de los mayores capos de la heroína de Europa y a Francisco Javier J. R., alias 'Javillo', un arousano de 53 años afincado con su familia a caballo entre Ourense y Sanxenxo, y que ayer, sin solución de continuidad tras su reciente detención, recibía la sentencia por un caso de heroína de 2015 juzgado en la Audiencia Nacional. Ocho años de cárcel y 6 millones de euros para el narco gallego, que ahora vuelve a caer. No pudo asistir ayer a la lectura del fallo en Madrid porque se encuentra preso preventivo desde el domingo -fue arrestado el pasado jueves- por la causa dirigida por el juzgado de Ourense.

El turcoholandés Sadullah Unnu, alias Nicol, fue detenido con 7 kilos de la droga en una caleta -un escondite en la carrocería- de un Audi A-3, en el peaje de Curro de la autopista AP-9, cuando se dirigía a Portonovo para entregar presuntamente la droga. El turco y el arousano afincado en Ourense están en prisión provisional, junto a otras seis personas de un total de 17 detenidos en diferentes provincias españolas, por delitos contra la salud pública y pertenencia a banda criminal. También está entre rejas ya el hijo de 'Javillo', Miguel Ángel J. R., mientras que su mujer -Rosa María R. V. y su hija, Rebeca J. R.-, así como un supuesto colaborador -Diego R. Y.- quedaron en libertad. La esposa también fue condenado en la Audiencia Nacional, en una resolución que se leyó ayer. Considerada cómplice, el tribunal le impone 3 años y medio de prisión más 3 millones de euros de multa.

El proveedor turco, de 61 años de edad, que ha participado en algunos de los mayores alijos de heroína incautados en Europa en los últimos años -la entrada de 316,5 kilos transportados en un velero, en 2008, fue el mayor decomiso en España entonces- tomaba las máximas precauciones. El narco, ya detenido en 1994 como uno de los cabecillas del grupo criminal implicado en un alijo de 118 kilogramos de heroína que fueron decomisados en Madrid, trataba de eludir a la Policía. Evitaba los contactos por teléfono y cambiaba de vehículo con asiduidad. Como explican fuentes del caso, utilizaba cabinas telefónicas o locutorios al azar para efectuar llamadas y, si tenía que establecer contacto con algún comprador, acudía en coche. Sin importar la distancia.

Vivía en la carretera y de hotel en hotel. Lleva el guardarropa en el maletero. Llegaba a recorrer hasta 2.000 kilómetros al día. Y los agentes de la Udyco, en los últimos tiempos, tras él. En su paso a disposición judicial, el turco argumentó que era un comerciante e intermediario de soja y que hacía viajes frecuentes por España y Latinoamérica. Su papel ha sido clave para la investigación pues ha permitido la conexión entre las diferentes redes del territorio español.

Decomisadas armas de fuego

En las detenciones y registros -este miércoles se llevó a cabo otra entrada, en busca de un depósito de droga en Madrid- participaron cerca de un centenar de policías de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), así como otras unidades especializadas de A Coruña, Vigo, País Vasco y Madrid. Los investigadores actuaron con gran sigilo y decidieron mantener al margen de las pesquisas a la comisaría provincial de Ourense. En el transcurso de la investigación, que estuvo bajo secreto de sumario hasta anteayer, se autorizaron más de 30 pinchazos telefónicos. Se encontraron 115.000 euros en el piso de un correo en la capital de España y los agentes también decomisaron varias armas de fuego.

La investigación arrancó hace unos meses en A Coruña. Tras tener conocimiento de movimientos importantes de heroína en Galicia, la Udyco detectó, a base de vigilancias, que estaba implicado el clan familiar afincado entre Ourense y Portonovo (Seixalbo), liderado por 'Javillo', un histórico del tráfico de estupefacientes que ayer conoció la sentencia por la operación de 2015, con 11 procesados, juzgada en la Audiencia Nacional y que también lo vinculaba a una organización turca.