El Plan General de Ordenación Urbana de 1986 actualmente en vigor en Ourense y la modificación posterior introducida en 2012, permiten reconvertir bajos comerciales de la ciudad en viviendas, siempre que el proyecto cumpla la estricta normativa de edificación gallega, que fija entre otras cuestiones que cada habitáculo de esa futura vivienda tenga ventanas o aireación natural, explica el presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Ourense, Alberto de Paula.
De este modo, la propuesta realizada el lunes por gobierno local que anunció el alcalde Jesús Vázquez , para dar salida a los cientos de bajos comerciales cerrados en la ciudad, que son una carga tributaria para sus propietarios y facilitar a su uso como vivienda, o uso compartido de vivienda y comercio, a sus inquilinos, propuesta que fue discutida por determinados sectores que dudan de su legalidad, "sí es viable técnica y jurídicamente", indica De Paula. "Lo que hace falta es encargar un proyecto técnico y que este cumpla todos los requisitos, para conseguir la licencia de ocupación, lo que antes sería la cédula de habitabilidad para poder vivir en ese bajo", añade el presidente del Colegio de Arquitectos de Ourense.
750 locales vacíos en la ciudad
El balance de bajos comerciales vacíos que presentó a finales de febrero la Federación de Empresas Inmobiliarias de Galicia (Fegein) indica que había ya 750 locales comerciales cerrados, solo en el área urbana de Ourense, con precios muy diferentes según la ubicación, pero con menos posibilidades de alquiler o venta, al ser mucho más económico su precio por metro cuadrado que un piso, cuando se encuentran en la zona vieja o en los barrios.
El alcalde Jesús Vázquez abordó el posible uso de estos bajos como viviendas, como una forma de "dar vida" a los cientos de locales que se cierran y cuyos dueños no sabe cómo darle una salida mientras se ven obligados a tributar por ellos.
Como el Nueva York de los 50
Esta modalidad que ya ha empezado ha calar hace años en las grandes ciudades españolas y cuyo cambio de uso de comercial a residencial ya contemplan muchos planes de urbanismo, nació en los años 50 y 60 en Nueva York, donde el oneroso precio de la vivienda hizo que comenzaran a alquilarse viejos almacenes y tiendas, para convertirse en viviendas y lugar de trabajo de artistas y estudiantes, todo ello en una sola y gran estancia, lo que acabó dándole a esos conceptos foráneo de lofts toques bohemios y ahora de vanguardia.
"No tiene base jurídica"
Para colectivos como la Fegein que preside Benito Iglesias, "la propuesta no se sostiene, ni tiene base jurídica, y como empresarios pensamos que en una provincia que según el último balance de Estadística tiene 14.500 viviendas vacías, lo normal será facilitar la compra o alquiler de las mismas antes de pensar en dar uso de viviendas a bajos que no tienen las condiciones para ello".
Sin embargo para Alberto de Paula, no solo es factible sino que lo que se denomina como "uso vividero", sería la fórmula siempre, repite, que el proyecto respete todas las normas y se otorgue esa licencia de ocupación "para potenciar la vida de edificios, que de otro modo se acabarán cayendo. Solo hay que hacer buenas reformas".
Ventanas sí; escaparates no
Como curiosidad, una de las imposiciones técnicas que se fijan en Galicia es que todas las estancias deben de tener aireación a través de ventanas o patios, pero además esas ventanas de la fachada tienen que estar a una altura mínima del suelo, pues no se permite vivir tras un escaparate de ese bajo comercial, sino que debe de garantizarse la privacidad interior .
