La Guardia Civil de Tráfico interceptó, el Jueves Santo, a un conductor que circulaba en zigzag por la autovía A-52 y que cuadriplicó la tasa máxima de alcoholemia permitida. Un agente que iba en su coche particular vio al infractor conduciendo así, en el kilómetro 202, Sandiás. Alertó a la central e hizo un discreto seguimiento.

Una patrulla dio el alto al conductor. En la prueba de alcoholemia, dio un resultado positivo de 1,08 miligramos de alcohol por litro en aire, cuadruplicando el límite.

Los agentes para la celebración de un juicio rápido en el que puede ser condenado a la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en cualquier caso, la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo de 1 a 4 años.