El incremento en el recibo por los servicios de depuración y de abastecimiento de agua es la opción que maneja desde hace tiempo el gobierno popular, sobre todo después de asumir las nuevas instalaciones, tanto la nueva Estación Depuradora de Residuos de Aguas Residuales (EDAR), ubicada en Reza, como la de tratamientos de agua potable, como es la que se encuentra en la zona de As Coiñas, en O Vinteún.

Y aunque el alcalde Jesús Vázquez aseguró el pasado mes de diciembre que "hablar de incrementos en el recibo del agua es prematuro", el anterior responsable del área de Infraestructuras y del Servicio Municipal del Agua, José Araújo, tenía claro que se produciría esa subida después de que la empresa concesionaria, Viaqua -que sigue prestando el servicio en precario, al finalizar en octubre de 2018 el contrato, una vez consumida la prórroga-, presentó un estudio de costes de explotación de algo más de 3,4 millones de euros, con el que discrepaba la ingeniera municipal del negociado de aguas.

Si en aquel momento Araújo trasladó a los grupos de la oposición que ese incremento se verá reflejado en el recibo que deben abonar los ciudadanos, eludía hablar de porcentajes, alegando que se debía iniciar el correspondiente proceso administrativo para la nueva adjudicación del servicio. La realidad es que a día de hoy, y tal como manifestó la actual responsable del área, Ana Fernández Morenza, del pliego solo se sabe que está muy avanzado para remitir al Servicio de Contratación.

Importante aumento

Así las cosas, y ante lo que consideran una "falta total de transparencia", el grupo de Democracia Ourensana denuncia que el regidor "esconde en un cajón", y "no hace público ni lo facilita a los representantes de los ciudadanos un informe con el que se justificaría una subida del recibo del agua del 100% a partir del próximo mandato".

Y aunque desde DO se asegura que se solicitó por Registro el mencionado informe en repetidas ocasiones, que afectan directamente al suministro de agua potable, advierte de que se trata de un servicio en régimen de concesión que, al igual que sucede con la mayoría, se encuentra en precario.

Sobre lo que también alerta DO es que un servicio municipal de tanta importancia como es el relativo a todo el ciclo del agua se pueda encontrar en esa situación, toda vez que, como sucedía en otros casos, el interventor advertía de la necesidad de que se pusiera en marcha, mucho antes de que finalizase el contrato, el correspondiente proceso para una nueva adjudicación.

Además, y si se tiene en cuenta que es uno de los servicios que tiene un mayor coste anual para las arcas municipales, pues según se plasman en los presupuestos vigentes -los prorrogados de 2014 que aprobó el anterior gobierno socialista-, supera los 6,2 millones de euros. Una cuantía económica que se deberá incrementar en función de las nuevas instalaciones de abastecimiento de agua potable y de saneamiento -la nueva EDAR-, cuya gestión asumió el propio Concello después de que la construcción de las mismas las realizase el Ministerio de Medio Ambiente.

Y aunque por parte del gobierno se evita en todo momento facilitar datos sobre el incremento de los costes, que sí asumen que se producirán, las estimaciones, en función del informe remitido por Viaqua relativo a la nueva depuradora, cuya gestión realizan en precario, así como de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de As Coiñas, el importe del servicio se situaría en los 8 millones de euros

Otra de las cuestiones que no se desvela por parte del gobierno popular es si en el proyecto de presupuestos que tienen para 2019, pendiente de que se apruebe el estudio económico-financiero, después de que el mismo los devolvió hasta en tres ocasiones el interventor, por lo que sigue pendiente de fiscalización, es el incremento del coste del futuro contrato para consignar la partida presupuestaria, en este caso en el área de Infraestructuras.

Diferencias entre el incremento de los costes, en relación al informe emitido por la actual concesionaria, Viaqua, y el gobierno municipal, en función del informe de la responsable del negociado de Aguas, que adelantó Faro de Vigo en su edición del 26 de abril de 2018, y rebaja la cuantía que fija en 3,4 millones de euros al año.

La concesionaria plasma un desglose con un coste fijo -1,3 millones de euros-, mientras que los costes variables superan los 1,1 millones de euros, que junto con los gastos generales y el beneficio industrial (del 10%), de 256.654 euros, está por encima de los 2,8 millones, a los que se debe sumar el IVA (21%), 592.871 euros.

Por su parte, la ingeniera municipal del negociado de Aguas plasma en el informe relativo a la estimación de costes correspondientes a un año de gestión de las nuevas instalaciones de la EDAR, que "no es posible determinar con exactitud el coste de la explotación habida cuenta de su variabilidad". Y señala que "con carácter aproximativo", y después del análisis realizado a los diferentes documentos presentados tanto por la concesionaria como por la sociedad estatal Acuaes, los costes de explotación, en ejecución material, "podrían estar entre los 1,9 y los 3 millones de euros".

La conclusión a la que llega la técnico municipal es que "existe bastante dispersión" entre las estimaciones realizadas especialmente en los denominados costes variables, que depende del modo de gestión de la planta y del caudal del agua tratado. Y concluir que, aunque se asume el incremento de costes en la gestión de la nueva estación depuradora, sería de poco más de un millón. Para quedar pendiente de la elaboración del pliego de nueva adjudicación.