El Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, de la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense identificó a principios de febrero a dos vecinos de Tomiño (Pontevedra) y Carballeda de Avia como presuntos autores de un delito de falsedad documental y varias infracciones a lo dispuesto en la Ley de Caza, tales como realizar esta práctica en un lugar protegido, abandono de vainas percutidas en el monte y falsear datos.

La asociación ecologista Ridimoas interpuso la denuncia. Aseguraba que el 28 de octubre del pasado año varios cazadores habían realizado una batida en el Bosque de Ridimoas, en Beade, un espacio protegido y vedado de caza.

El Seprona, en colaboración con el Servicio de Conservación de la Naturaleza de la delegación territorial de Medio Ambiente de Ourense, pudo constatar que "los cazadores situaron varios puestos de caza en terrenos donde estaba prohibido cazar". De hecho, la batida de caza mayor contaba con autorización para una zona limítrofe con el Bosque de Ridimoas.

Además, los agentes pudieron comprobar también que en las comunicaciones oficiales remitidas al servicio de conservación "declararon solo la caza de un jabalí, falseando los datos, puesto que se pudo comprobar que habían abatido seis".

Asimismo, en la inspección del terreno fueron hallados 13 cartuchos percutidos de rifle 7 milímetros en los terrenos donde se prohíbe el ejercicio de la caza. Tras comprobar las compras de cartuchería para armas de caza mayor entre los participantes en la batida, los agentes identificaron al cazador que presuntamente realizó estos disparos.