"No te escribo para decirte que te quiero, te escribo para decirte que te amo (...) Si mi amor por ti fuera un número, sería infinito al cuadrado". Con expresión apasionada de la adolescencia, Daniel Toro Mera, de 1º de ESO del instituto Otero Pedrayo, obtiene el segundo premio del IV certamen literario de cartas de amor, entre chicos y chicas nacidos en la era de las redes que cambiaron las pantallas por la escritura a mano para la ocasión. El mejor relato entre los 237 estudiantes de 6º de Primaria y 1º de ESO, de los seis centros de la ciudad que participaron este año en la actividad, es obra de Aroa Dios do Campo, estudiante de Primero de Secundaria del IES Blanco Amor. El jurado destaca "su extraordinaria originalidad, creatividad y presentación y buena forma de escribir".

Su carta es una demostración de amor y odio al paso del tiempo. "Estimado señor Cronos: Me siento extrema y dolorosamente frustrada. Tengo la inquietante impresión de que me ignoras. Que no importa cuántas plegarias o mensajes te envíe, porque pasas delante de mis ojos, burlándote". Aroa ya ha aprendido en su joven adolescencia que el tiempo hace "oídos sordos a los gritos que te mando, porque puedes. Y te estiras y vuelas caprichoso. Tienes mi corazón, al poseer el tiempo de cada uno de sus latidos, pero eso es algo que no puedo cambiar. ¡Nadie puede!" Los años, los meses, incluso los días, la estructura líquida en ocasiones del tiempo, duele pero también consuela. La ganadora del certamen literario en formato carta expresa esa ambivalencia con una precisión propia de alguien que haya vivido más. "Los momentos felices se me escurren (...) eres tú el que me los arrebata (...) Pero, ¿sabes?, no puedo enfadarme contigo. Porque tú también me los das".

El jurado otorgó menciones especiales a Rocío Rodicio (Santa Teresa de Jesús), Andrea Dapena (IES Blanco Amor) y Alba Alonso (Maristas).