C. R. R., el hombre de 54 años acusado de orquestar al menos en dos ocasiones el secuestro de un conocido abogado de Ourense y de su familia, para recuperar una supuesta deuda de 50.000 euros de cuando fueron socios en un proyecto inmobiliario, está siendo interrogado en la primera de las dos sesiones de juicio programadas en la Audiencia Provincial de Ourense.

La Fiscalía solicita 6 años y medio de prisión así como la prohibición de que se aproxime al letrado y a los miembros de su familia durante un periodo de 7 años y 6 meses, como presunto responsable de un delito continuado de proposición para cometer un delito. La acusación particular, que ejerce el abogado Alfonso Pazos, reclama 38 años de cárcel en total por cuatro delitos continuados en grado de tentativa de secuestro, más dos intentos continuados de extorsión o amenazas condicionadas. Pide alejamiento y 51.266 euros de indemnización, la mayoría por daños morales. La defensa, a cargo de Isidro Losada, niega todos los hechos con "total disconformidad con la exposición fáctica", solicita la libre absolución y propuso la declaración como de testigos de dos reclusos.

Presuntamente, a finales de 2016 y principios de 2017, contactó con una pareja en Vilagarcía de Arousa a las que ofreció dinero a cambio de que retuvieran a la esposa y al hijo menor de ambos, con el objetivo de presionar al abogado y conseguir el pago de la deuda. Creía que el letrado poseía el dinero en metálico y que lo guardaba en una caja de seguridad en su vivienda.

El presunto plan era que la pareja, que recibió un anticipo de 1.000 euros y la promesa de 10.000, se trasladase desde Vilagarcía a Ourense, donde debían localizar y retener a la mujer e hija del abogado, utilizando como arma intimidatoria una jeringuilla para, con posterioridad, exigir de la misma manera al esposo y padre el dinero para la liberación. Los testigos protegidos contaron todo a la Policía.

C. R. R. fue detenido y enviado a prisión preventiva el 21 de febrero. Presuntamente, no le disuadió, en su segundo intento, ni estar entre rejas. A los pocos días de llegar, ofreció a uno de los internos de la cárcel de Pereiro un pago de 10.000 euros por secuestrar y extorsionar al abogado cuando saliera de prisión, y exigirle como requisito por su libertad la deuda de 50.000 euros. El recluso, al que solo le quedaban dos meses para salir tras un quebrantamiento de condena y conducción sin carné, también denunció los hechos a los funcionarios del centro penitenciario