El incremento del número de denuncias por supuestas estafas mediante el uso fraudulento de tarjetas bancarias es exponencial en los últimos años. En 2014, la comisaría de Policía Nacional de Ourense recibió 49 casos; el año pasado fueron 414. El aluvión de denuncias va a más con el paso de los años: 120 en 2015, 172 en 2016 y 214 en 2017, hasta casi duplicarse en 2018.

La mayoría de los atestados policiales -312 el año pasado, un 75%- alude a supuestos fraudes de menos de 400 euros, lo que constituye un delito leve. La Policía reconoce que existen robos de tarjetas, apropiación maliciosa de datos en páginas o clonaciones, pero la comisaría de Ourense atribuye una parte de los casos denunciados a suscripciones que, vencido el periodo gratuito sin que se haya cursado la baja, empiezan a suponer un cargo mensual. Supuestos en los que los titulares denuncian sin recordar que habían aceptado en su momento el producto. La Policía dice, además, que varios hechos se deben a compras de juegos por parte de niños, en muchas ocasiones de manera inconsciente, a través de una web o una consola con una tarjeta vinculada

La investigación de los fraudes resulta complicada para los investigadores por la rapidez y la distancia que favorece a los delincuentes. Algunas entidades bancarias cubren ciertas cantidades cuando existe una denuncia e indicios de fraude. La Policía pide precaución en el uso de las tarjetas en las operaciones en internet. "Hay que tener cuidado dónde se introducen los datos y se hace clic, aunque un buen indicio es que no se regalan gangas. Es recomendable leer las condiciones y asegurarse de que la web maneja comercio seguro o plataformas como Paypal", explica una portavoz de la comisaría.