Dos estudiantes de primero de Bachillerato del Colegio Marista Santa María de Ourense, Miguel Aragón Fernández y Miguel Sequeiros Doval, participan hoy en Estocolmo en el certamen internacional de la XXII edición del Stockholm Junior Water Prize (SJWP), considerado el Premio Nobel del Agua para jóvenes. SJWP es una competición internacional que premia la investigación juvenil en temas de agua y sostenibilidad, que en España impulsan Viaqua, Fundación Aquae y la Escuela del Agua.

La investigación de los dos alumnos ourensanos, que en mayo ganaron el certamen nacional de este concurso, se centra en un innovador sistema ecológico para degradar las toallitas higiénicas, basado en la capacidad del gusano de la miel (Galleria mellonella) para descomponer los compuestos derivados del polietileno. Para desarrollarlo, se han basado en las recientes investigaciones de las universidades de Cantabria y Cambridge, que demuestran que este gusano puede degradar el polietileno de forma natural, mediante su ingesta. Pero los alumnos de Maristas han dado un paso más, al demostrar que este gusano también es capaz de descomponer los compuestos derivados del polietileno, presentes en las toallitas higiénicas, sin generar contaminantes ni afectar al ciclo vital de este ser vivo.

Las toallitas higiénicas no son biodegradables (su porcentaje de desintegración en agua no llega al 40% en un periodo de dos días, frente al 95% del papel higiénico, compuesto en su mayoría por celulosa, que se deshace en media hora). Esta difícil degradación ocasiona pérdidas millonarias (más de 1.000 millones de euros anuales en la Unión Europea) por los taponamientos de las tuberías, llegando a inhabilitar temporalmente algunas depuradoras de agua y creando un grave problema de salud en muchas ciudades.

Un jurado de expertos internacionales entrevistará al equipo ourensano -se encuentra en la capital sueca junto a su tutora, Lydia Castro- y al resto de los 34 equipos que han ganado los certámenes nacionales en sus respectivos países. El equipo ganador recibirá 15.000 dólares, un diploma y una escultura de cristal azul de manos de la princesa Victoria de Suecia, patrona de este galardón. La ceremonia de entrega de este premio se realizará durante la celebración de la Semana Mundial del Agua, que se desarrolla desde el domingo hasta el próximo viernes.

El pasado año los estudiantes norteamericanos Ryan Thorpe y Rachel Chang ganaron este concurso gracias a un sistema que detecta y purifica el agua contaminada con shigella, salmonela y cólera, de manera mucho más rápida y eficaz que cualquier otro sistema convencional. Un descubrimiento que podría prevenir el brote de enfermedades transmitidas por el agua y expandir el consumo de agua potable en el mundo.

La edición mundial del Stockholm Junior Water Prize está organizada por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI), cuyo objetivo es fomentar el interés de los jóvenes y promover su creatividad en torno al agua y el medio ambiente.

La edición española de esta competición está patrocinada por Viaqua y la Fundación Aquae, y organizada por la Escuela del Agua, una institución creada por Suez para compartir y transferir conocimiento en materia de agua y sostenibilidad que cuenta con proyectos de capacitación en 17 países. La concesionaria gallega del agua Viaqua "apuesta una vez más por el apoyo a la formación e investigación de los más jóvenes en el ámbito de agua y medio ambiente impulsando iniciativas como esta".El objetivo de SJWP, que cada año recibe más de 10.000 proyectos de todo el planeta, es premiar grandes ideas -procedentes de jóvenes de 15 a 20 años- que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas mediante la mejora de la calidad del agua, la gestión de los recursos hídricos, la protección de este recurso o el tratamiento del agua, ya sea potable o residual. Este premio se creó en 1997.

La Fundación Aquae es una organización sin ánimo de lucro creada en 2013 con el objetivo de impulsar iniciativas frente al cambio climático, además de promover y apoyar el talento y la innovación. Trabaja como un think tank que aspira a despertar la inquietud, la creatividad y el espíritu colaborativo para conseguir un modelo social, económico y medioambiental sostenible.