Una condena por amenazas a su expareja prohíbe a Julián G. D., madrileño de 46 años, con domicilio en Villajoyosa (Alicante) en la actualidad, acercarse a la víctima a menos de 200 metros, o comunicarse con ella de cualquier manera, antes de 3 años. La magistrada del Penal 1 de Ourense le impone 9 meses de prisión y 2 años de privación del derecho a tener y llevar armas. Es reincidente; ya había sido condenado por el mismo delito y otro de quebrantamiento.

Tras salir de prisión por el primer caso, el acusado pidió a la víctima, con la que tiene dos hijos, que le dejara pasar el verano de 2016 con los menores en Alicante. La mujer se desplazó para comprobar que estaban bien. Según la sentencia, que no es firme y aún admite apelación, a partir de ese momento, el acusado le envió mensajes por Whatsapp con imágenes de calaveras y la llamó por teléfono amenazándola. Además, hizo llegar amenazas a la mujer, a través de sus hijos.