Después de que la magistrada instructora de Celanova dictara un auto de procesamiento sin procesados -una resolución poco habitual-, tras no ver pruebas contra los dos únicos investigados por el crimen del cura de Vilanova dos Infantes y el robo de la Virxe do Cristal -hechos de marzo de 2015-, la Fiscalía se ha expresado tras ser requerida por la Audiencia Provincial de Ourense, el órgano que decidirá si el sumario por homicidio llega a juicio o se archiva provisionalmente. La fiscal ha contestado. En un escrito remitido ayer al tribunal, la representante del ministerio público se da por instruida del sumario -así se define el trámite actual en el artículo 627 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal-, descarta la necesidad de hacer más diligencias de investigación y se muestra a favor del sobreseimiento. El ministerio público intentó varias vías de esclarecimiento pero tampoco ve base suficiente para ir a juicio.

La Audiencia Provincial tendrá que decidir tras escuchar, ahora, la postura de la acusación particular -que ejerce la familia de la víctima- y, por último, la de la defensa de Elvir F. y su sobrino Arsen -de nacionalidad croata-, que frecuentaban la casa rectoral para pedir dinero al religioso. El tribunal dictará un auto de conclusión de sumario para resolver si la causa se enjuicia o se archiva. El probable cierre no sería definitivo, en cualquier caso. Los delitos de homicidio no prescriben antes de 20 años, y cualquier indicio nuevo o vía de investigación bastarían para reabrir el caso.

Además, la Guardia Civil garantiza que las averiguaciones van a continuar. Hace unos días, manteniendo las reservas necesarias para que las investigaciones avancen en secreto, el capitán de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Ourense aseguraba que la investigación está activa, con trabajo semanal constante, y que la Unidad de Crimen Organizado (UCO) mantiene su labor de apoyo. Que la brigada central colabora en el esclarecimiento completo del crimen también lo aseguró recientemente el jefe de la Comandancia, el teniente coronel Manuel Javier Novo. La familia de la víctima, en todo momento respetuosa con las autoridades y las resoluciones judiciales aunque no las compartiese, nunca ha dejado de expresar su agradecimiento al instituto armado.

Adolfo Enríquez, un sacerdote muy apreciado por su gran corazón, murió víctima de un robo violento en la casa rectoral de Vilanova dos Infantes, donde ejercía como párroco desde el año 1969. Tenía 77 años. Los autores se llevaron la Virxe del Cristal, una tala diminuta del siglo XVII, con gran valor religioso. Dos croatas a los que la víctima ayudó en numerosas ocasiones con alimentos y dinero, Elvir F. y su sobrino Arsen, fueron detenidos en enero de 2016 pero quedaron libres. Los últimos intentos de la investigación consistían en recabar datos de Estados Unidos procedentes de Facebook, para intentar conocer las conversaciones de los sospechosos el día del crimen. Las autoridades no las facilitaron al no ver indicios.

La Audiencia decidirá si el criterio de la instructora, la magistrada de Celanova Olalla Para, así como la postura de la Fiscalía a favor del archivo, son acertados a la vista de las pruebas que se han practicado en la instrucción. "No ha sido posible determinar la participación de los investigados en los hechos", ni en el homicidio ni en el robo de la Virgen del Cristal, concluyó en enero la juez, pese a sus sospechas sobre los croatas. Según la investigación, fingían "una situación económica o familiar angustiosa, no ajustada a la realidad" para "apelar a la bondad del párroco" y conseguir que les diera dinero, no solo a ellos sino a familiares. Así consta en las anotaciones de la víctima y extractos bancarios.

Arsen, que en el momento de los hechos residía en Cantabria, estuvo en Ourense desde el 5 hasta el mediodía del 10 de marzo de 2015. La autopsia sitúa la hora de la muerte en las cinco primeras horas del 10. Los investigadores averiguaron dos visitas del individuo a la rectoral de Vilanova dos Infantes, con la misma intención: pedir dinero. El 6, don Adolfo le dio el desayuno y efectivo, la mañana del día 9, una cantidad de nuevo. El sacerdote fue visto por última vez a las 23.30 horas de esa jornada.

Los repetidores ubican el teléfono del sospechoso Arsen en casa de su tío Elvir en Ourense, a las 23.14 horas en la zona de Vistahermosa. Su móvil estuvo apagado entre las 12 y 3.10 de la madrugada. Por su parte, el terminal de Elvir aparecía estático en el mismo lugar durante esa franja horaria. Arsen vino a Ourense en un Volkswagen Golf negro y una vecina dijo a la Guardia Civil que, tras despedirse del sacerdote la noche previa a los hechos, vio un Golf oscuro aparcado frente a la rectoral. La magistrada no creyó las versiones que dieron los sospechosos y aseguró que sus argumentos sobre qué ocurrió en aquellas horas de la noche del 9 al 10 de marzo "no se ajustan a la realidad".

Pero no vio pruebas suficientes para ir a juicio. Esgrime que en el lugar donde apareció el cadáver, el 11 de marzo de 2015, -un pajar de la rectoral-, no se hallaron restos biológicos ni "ningún elemento relevante para la investigación". El análisis de los teléfonos, añade, tampoco permite ubicar a los sospechosos en el lugar del crimen a la hora de la muerte, pese a que las pesquisas de la Policía Judicial evidencian que "no se hallaban en los sitios que dijeron haber frecuentado". La coincidencia de modelo y color del coche en el que Arsen se desplazó a Ourense con el que fue visto cerca de la rectoral "no pasa de ser una mera conjetura", al no existir datos de la matrícula.

Tampoco se localizaron evidencias en los registros ni en el estudio de los datos de los móviles y equipos informáticos de los croatas. Se les pinchó el teléfono, e incluso se les instaló un dispositivo de grabación en sus vehículos, pero no se extrajo ningún dato relevante. La juez también puso el foco en las conversaciones que pudieron intercambiar los croatas a través de las redes sociales Skype, Whatsapp o Facebook. El juzgado remitió comisiones rogatorias a Luxemburgo y Estados Unidos, sin éxito. "En unos casos porque de su resultado no se ha obtenido dato alguno, en otros porque la autoridad requerida se ha negado a cumplimentarlas al estimar la inexistencia de indicios bastantes"