El decano de la Facultad de Ciencias, Gil Garrote, señala que la reforma y reapertura del invernadero supondrá "un plus de calidad" para la realización de prácticas e investigación. "Somos un centro fuerte en el campo de la tecnología agroalimentaria". Recuperar esta instalación, que llevaba años sin actividad, "es un paso importante porque nos permitirá desarrollar prácticas que ahora no se estaban haciendo y que se centraban en actividad de laboratorio y salidas al campo a visitar otras instalaciones", explica Garrote.
Por el momento han mostrado especial interés en esta instalación grupos de investigadores de las áreas de Botánica y Química Agrícola "que le sacarán más rendimiento". A nivel de docencia, apunta el decano, tendrá mucha utilidad para el grado de Ingeniería Agraria, con materias muy específicas en material de hortofruticultura y jardinería; o para Ciencias Ambientales, en la parte de botánica. "Los alumnos tendrán la oportunidad de ver en el invernadero los procesos que se explican en clase", concluye.
