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La lucha por la disolución de ETA, eje del PP vasco en el cierre de las jornadas de Miguel Ángel Blanco

Manuel Baltar con Amaya Fernández, en O Carballiño. // J. Regal

El cierre de las séptimas jornadas en memoria de Miguel Ángel Blanco, edil del PP de Ermua (Vizcaya) asesinado hace veinte años por el grupo terrorista ETA, estuvo marcado por las palabras de Amaya Fernández, secretaria general del PP vasco y portavoz del grupo de gobierno de Barakaldo. El día empezó con una reflexión sobre la relación del galleguismo con el Partido Popular.

Amaya Fernández resaltó algunos de los frentes abiertos en España: la disolución de ETA y la memoria de las víctimas del terrorismo para poder humanizarlas. Añadió también la necesidad de contar toda la verdad para que las generaciones futuras sean conscientes del sufrimiento vivido, "destacando la nobleza de la sociedad civil, que se enfrentó a la banda y a la dignidad de las víctimas frente a la vileza de los terroristas".

La mesa redonda sobre el galleguismo la moderó el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, acompañado a sus lados por el portavoz del PP gallego, Pedro Puy; por el alcalde de Ribeira, Manuel Ruíz; por el presidente provincial de las Nuevas Generaciones, José Antonio Parente; y por el secretario de pensamiento galleguista, César Fernández. La conclusión extraída de las intervenciones fue la defensa del galleguismo como un sentimiento integrador que se diferencia del carácter excluyente del nacionalismo. Objetivo necesario y que no se refleja en la práctica en ámbitos como el del uso de la lengua: Galicia registró en 2013 2.559.206 hablantes habituales de gallego, frente a los 2.601.024 del 2008. El descenso es aún más notable en Ourense, de 315.141 a 297.470 (datos IGE).

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