El Penal 2 de Ourense juzgó ayer a un hombre de 42 años y nacionalidad portuguesa, que se enfrenta a 6 meses de prisión y a 4 años sin poder conducir -tendría que volver a examinarse- tras dar un resultado positivo en el test de alcohol que superaba en más de 4 veces la tasa máxima permitida. Después se llevó el vehículo pese a que estaba inmovilizado por la Guardia Civil. Por este segundo hecho no afronta castigo penal, ya que la antigua falta de desobediencia leve quedó fuera del ámbito judicial en la última reforma del Código.

El delito llegó ayer a juicio más de 7 años después, aunque hubo un primer señalamiento en 2014 y una segunda suspensión en 2016. El conductor estuvo en busca y captura un tiempo. Fue un suceso de 2 de mayo de 2010. A las 0.50 horas de la madrugada, el hombre fue interceptado por la Guardia Civil en el kilómetro 8 de la nacional N-532, en el municipio de Verín.

Dio 1,05 miligramos por litro en la primera prueba, y 1,03 en la segunda y definitiva, a la 1.40 horas de aquella noche. El acusado declinó la posibilidad de contrastar el resultado con análisis de sangre u orina en un centro sanitario. Los guardias civiles que sometieron al acusado a la prueba de alcoholemia le advirtieron de que no podía mover el automóvil, porque quedaba inmovilizado. Para levantar esa orden debía llamar previamente al instituto armado para que lo autorizase. Sin embargo, presuntamente hizo caso omiso y se lo llevó. El juicio se celebró ayer y la fiscal mantuvo la acusación. El conductor no se conformó con el delito. La juez dictará sentencia.

Para ayer estaba prevista en el Penal 2 de Ourense otra vista por un delito contra la seguridad vial, por otra alcoholemia. El juicio fue suspendido. Un hombre de 39 años, nacido y con residencia en Francia, dio 0,70 en la prueba de alcoholemia, casi triplicando el máximo permitido. Ocurrió a las 7.55 horas del 5 de mayo de 2012, cuando conducía su Audi A-6 a la altura del kilómetro 168 de la carretera nacional N-525, también por Verín. La Guardia Civil reflejó en el atestado, entre otros síntomas, que presentaba "rostro arrebolado", "habla titubeante" o "halitosis alcohólica notoria a distancia". Se enfrenta a 3.960 euros de multa más 2 años y medio sin conducir.