La puesta en marcha de este proyecto, que recibió luz verde de la Unión Europea el pasado 5 de mayo, revertirá, afirmó el vicerrector del campus de Ourense, Virxilio Rodríguez, "en beneficios para todos los ciudadanos de la Eurorregión". También el presidente de la Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, apuntó que la apuesta de ambas demarcaciones por afrontar y adaptarse a los efectos del cambio climático "marcará un camino para el resto de cuencas".

En la misma línea, el socio luso y director de la hidrográfica portuguesa, José Carlos Pimenta, señaló que el proyecto no sólo es una iniciativa pionera, sino que responde a un "tema emergente" como es el cambio climático y sus consecuencias. Las herramientas técnicas que deriven de este proyecto, explicó, permitirán una gestión anticipada que minimizará los riesgos que pueden suponer los eventos extremos. De ahí que los promotores destaquen el "impacto que puede tener para la sociedad y la vida de las personas", en palabras del responsable académico de la Universidade de Porto, Antonio Mendes.

En definitiva, el proyecto interregional contribuirá a un mejor conocimiento de esta demarcación hidrográfica internacional, de acuerdo con el principio de unidad de cuenca y la directiva europea por la que se establece un marco comunitario de actuación en política de aguas.