Ocho librerías instalaron ayer sus casetas en la calle del Paseo, para celebrar el Día del Libro Infantil, una festividad que se celebra habitualmente el día 2 de abril para reivindicar el amplísimo legado de cuentos tradicionales y nuevas y cuidadas ediciones que salen cada año al mercado, dedicadas al público infantil y juvenil, pero que ayer se retrasó al lunes, para no coincidir con la festividad local del San Lázaro.

Los libros no tuvieron que competir así con las rosquillas del santo, y tuvieron su hueco "pues al poner nuestras puestos en medio de una calle peatonal, fueron muchos los niños que pidieron determinados ejemplares, tanto de literatura infantil como juvenil, y la verdad no hay ningún padre que se niegue a comprarle un cuento si un niño se lo pide", explica José Manuel García Mosquera, presidente de la Asociación de Libreros de Ourense.

Competir con los videojuegos, es en los últimos años l principal quebradero de cabeza de padres, profesores y libreros, "pero al margen de las modas están los cuentos clásicos, que sigue teniendo demandas y luego los libros de Gerónimo Stilton en el caso de niños y el Diario de Greg para los de 10 a 13 años que no cansan" explica el presidente de los libreros.

Fue una jornada "buena de ventas, aunque no redonda al ser lunes, pues el día 23 de abril, Día del Libro es el más publicitado y mucha gente se reserva para entonces", indica José Manuel García.