El extraño comportamiento del marido precipitó el regreso de Suiza del matrimonio, tras más de 25 años en la emigración. En agosto volvieron a su casa de nueva construcción en O Carballiño. Virginia Ferradás Varela, asesinada presuntamente por José Alén, su marido, había percibido cambios de conducta que la alertaron. La cima se produjo el 18 de enero cuando el esposo se encaramó al tejado de la vivienda y permaneció allí varias horas, hasta que unos familiares lo convencieron. Ese día fue atendido en las urgencias pero recibió el alta a las pocas horas. Dicen fuentes oficiales que porque la esposa quiso que el hombre regresara al domicilio, bajo sus propios cuidados. El presunto homicida padece una demencia de la que ya había sido diagnosticado inicialmente y el servicio de salud mental continuaba con el estudio para determinar si podían existir otras causas que explicaran su trastorno. Detenido, el examen psiquiátrico sigue para determinar si puede declarar, comparecer ante el juzgado e incluso ser responsable penalmente.

La mujer, muy implicada y "preocupada", había solicitado ayuda a la administración para poder atender convenientemente a su esposo. Acudió al Concello de O Carballiño a solicitar asistencia a domicilio -consta un expediente abierto para tramitar la dependencia-, "para que una persona lo ayudase en el servicio de ayuda a domicilio, y se le incluyera en los talleres que se imparten en convenio con Afaor [asociación de apoyo a familiares y enfermos de Alzheimer]", según explicó ayer Marina Ortega (PSOE), concejala de Servicios Sociales, Igualdad y Sanidad.

Después de su detención la noche del domingo, José Alén, de 59 años y natural de O Irixo como la víctima -de aldeas distintas pero del mismo municipio-, permanece en la unidad de agudos psiquiátricos del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). Tenía lesiones de arma blanca auto infligidas. Alén fue derivado en primer lugar al centro de salud de O Carballiño y posteriormente al CHUO, para que profundicen en el examen mental. Según la investigación, el presunto homicida no era "consciente" de los hechos. La asesinada tenía 55 años.

Tras la inspección ocular y a la espera del informe definitivo de la prueba de autopsia, la causa probable del homicidio es una asfixia; averiguan si con un fular o una almohada. Podía llevar varias horas muerta. El domingo, tras el suceso, se apuntó a que la mujer había sido acuchillada por su marido, pero el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) lo descartaba ayer. "Salvo que la autopsia indique lo contrario, la mujer no fue apuñalada. En la inspección ocular no se apreciaron heridas de ese tipo", dejó claro el gabinete de prensa del TSXG.

El estamento judicial ratificó que antes de estos hechos no constaban denuncias previas por violencia machista. La concejala de Servicios Sociales de O Carballiño confirmó que ni en el ayuntamiento ni en el Centro de Información a la Mujer constan expedientes abiertos por esta razón. No obstante, al tratarse de un crimen cometido presuntamente por un hombre contra su esposa, el caso podría recaer en el fiscal delegado de Violencia de Género en Ourense, Julián Pardinas. Al final de la mañana de ayer la Guardia Civil aún no había remitido el atestado Las diligencias serán instruidas por el juzgado de Instrucción 1 de O Carballiño.

Examen de capacidades

El plazo para la puesta a disposición judicial de un detenido finaliza a las 72 horas de la intervención policial. Ni el TSXG ni la Fiscalía de Ourense tenían claro ayer si el hombre contará con el alta médica a tiempo para ser conducido al juzgado carballinés, o bien si se celebrará una comparecencia en el propio hospital para determinar si permanece como preso preventivo en el centro o en otra instalación adecuada. Fuentes de la investigación se decantan por lo último. Debido a su estado psiquiátrico y neurológico -la demencia frontal que padece es una enfermedad progresiva e irreversible- los forenses han de aclarar si José Alén se encuentra en condiciones de llegar a declarar en esta causa, e incluso si puede ser imputable o cabe una eximente de la responsabilidad penal. Estas últimas valoraciones no serán inmediatas y requerirán varios exámenes, según fuentes expertas.

El crimen se descubrió tras el aviso de un cuñado de la víctima. Virginia, la hermana de su mujer, había quedado en reunirse con la familia a las 15.00 horas del domingo, pero no apareció ni contestó al teléfono. Alarmados por la falta de noticias acudieron a la casa, en la calle Alexandre Bóveda, y al no abrir nadie la puerta llamaron a la Policía Local. Los efectivos accedieron al interior de la vivienda por la ventana sobre las 20.30 horas. Ella estaba muerta y él, en otra estancia de la vivienda, con un cuchillo en la mano.

El levantamiento el cadáver se produjo pasadas la 1.30 horas de la madrugada del domingo al lunes. El cuerpo de la asesinada fue conducido al hospital de Ourense, donde ayer se le realizó la autopsia. Hoy a las 12 horas será enterrada en su parroquia natal, en O Irixo.