En 2013 afloraron 1,2 millones ocultos

La Diputación extiende a 46 ayuntamientos la inspección tributaria para evitar el fraude fiscal

El Ministerio de Hacienda autorizó la delegación de competencias para revisar en 2015 la liquidación del IAE en 35 nuevos concellos -El presupuesto provincial absorbe el 40 por ciento de los ingresos por este impuesto La mitad de los concellos tienen delegada la gestión de una o varias tasas

Sandra De la Fuente | Ourense

Con la idea de "favorecer un clima de equidad tributaria" en la provincia, la Diputación ha reforzado en los últimos años su servicio de Recaudación potenciando tanto la gestión del cobro por delegación de los concellos como la labor de inspección tributaria. Esta última aplicada sobre impuestos como el de la construcción, ICIO, o el de actividades económicas, IAE, ha permitido que desde 2012 aflorasen 1,2 millones de euros ocultos porque las empresas no estaban tributando de forma correcta. Los inspectores comprobaron que algunas entidades proporcionaban datos para la liquidación que no se correspondían con la realidad. En este contexto, la administración local se ha propuesto revisar potencias eléctricas, superficies empresariales y otros datos vinculados a la autoliquidación para detectar posibles irregularidades fiscales que desinflan la cuota a abonar por las compañías.

El 40 por ciento de los ingresos que reporta el IAE va a parar a las arcas provinciales y el resto revierte en los presupuestos municipales, de ahí que tanto los ayuntamientos como la Diputación comparten intereses a la hora de exigir a las empresas el estricto cumplimiento de la legalidad.

A finales de 2012 entró en funcionamiento el área de inspección con ocho ayuntamientos en el punto de mira. En dos de ellos se detectaron importantes desajustes en los recibos. En Carballeda de Valdeorras, donde se registra una amplia actividad pizarrera, y en Barbadás, reflejo del boom inmobiliario, afloraron más de un millón de euros desviados a la hora de recaudar el IAE y el ICIO, respectivamente. En pocos meses la cifra de concellos adheridos se elevó a 11 siendo los propios gobiernos locales los que firmaban un convenio con la Diputación para delegar el control de la autoliquidación.

Ya en 2014, y a la vista del importe que afloró en una primera barrida, la Diputación solicitó al Ministerio de Hacienda la delegación de la inspección del Impuesto sobre Actividades Económicas en 35 ayuntamientos más. El Boletín Oficial del Estado, BOE, publicó con fecha del 23 de diciembre de 2014 y efectos a partir del 1 de enero de este año la autorización, por lo que ya son 46 municipios los que están bajo el foco de esta revisión.

El jefe del servicio provincial de Recaudación, Álvaro González Yáñez, explica que además del IAE y el ICIO, la Diputación inspecciona también la tasa del 1,5 por ciento que las entidades locales aplican a las empresas suministradoras que hacen uso del dominio público local, si bien la recaudación resultante de estos dos últimos es para los concellos. "Nosotros prestamos el servicio de forma prácticamente gratuita y por delegación municipal, descontando los costes, pero en el IAE las diputaciones ingresan un porcentaje que en el caso de Ourense es del 40%", explica el funcionario.

En 2014 la recaudación por esta tasa supuso la emisión de recibos por un importe total de 2.979.952 euros en la mitad de los ayuntamientos de la provincia, que son lo que tienen delegado este servicio en la Diputación. A lo largo del ejercicio se cobró el 94,3%, por lo que están pendientes de ingreso 169.340 euros. Los dos años anteriores se cerraron con porcentajes del 2,8 por ciento de impago.

Según González Yáñez, el IAE es un impuesto de fácil recaudación y en algunos ayuntamientos se llega al 100%. En el lado opuesto está el de vehículos, el IVTM, que en 2014 se situó en el 88,23%. Abandonos y cambios de titularidad suelen estar detrás de los recibos más difíciles.

En cualquier caso, el jefe de servicio destaca que los porcentajes de eficacia son "muy altos" con una media del 93,18% de recaudación en 2014 en la recaudación del IBI, IAE, vehículos y tasa de la basura, que son los impuestos que gestiona la Diputación por delegación municipal.

Vía ejecutiva

Los recibos que los contribuyentes no ingresan de forma voluntaria pasan a la vía ejecutiva. En esta fase, la liquidación incluye un recargo y el embargo de bienes, salarios e incluso devoluciones del IRPF en convenio con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria si la deuda persiste.

La tasa que mayor cuantía recauda en ejecutiva es el Impuesto de Bienes Inmuebles. El último ejercicio se cobraron con recargo por demora 288.103 euros, lo que supone casi la mitad del total cobrado por esta vía: 597.546 euros. Pese a todo, el 94,8 por ciento del IBI se ingresa en voluntaria. Este impuesto es el que mayor ingresos genera en las arcas locales. En 2014 el padrón ascendió a 12 millones de euros, de los que 11,4 corresponde a la tasa de inmuebles urbanos, y algo más de 604.000 euros al IBI rústico.

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