Los atracadores se llevaron las llaves

El precinto de la Guardia Civil sigue bloqueando el acceso a la vivienda de Adolfo Enríquez. Todas las puertas están cerradas por la policía judicial que todavía no da por finalizada la investigación en el interior de la vivienda en la que murió el párroco a consecuencia de los golpes que recibió cuando fue asaltado el lunes por la noche, uno de ellos en la cabeza. El acceso solo es posible con autorización judicial y el arciprestazgo confía en poder tomar el control de la casa rectoral a partir de la próxima semana. Lo primero que harán será cambiar las cerraduras pues los atracadores dejaron encerrado al párroco y se llevaron las llaves, según explica el sacerdote Cesáreo Iglesias.

Al arcipreste no le extraña que las llaves estuviesen puestas y las puertas abiertas porque Don Adolfo "era muy confiado, era un santo, él nunca pensó que pasaría semejante cosa", señala. Los vecinos también corroboran que "todo lo que tenía, lo daba".

La iglesia de San Salvador de Vilanova dos Infantes ofrecerá la misa hoy a las 12,30 horas, media hora más tarde de lo habitual, para poder coordinar la labor de los párrocos. Será Antonio Gómez, de la parroquia de Viveiro, el que oficie la misa provisionalmente en esta iglesia del burgo medieval y después "ya se verá", señala Cesáreo Iglesias. Entretanto se espera el nombramiento de un nuevo administrador para el Santuario da Virxe do Cristal, debido a su importancia como lugar de peregrinación y visita turística. El arcipreste confía en que la devoción no decaiga como consecuencia de la desaparición de la imagen.

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