Óscar Rivero, medalla de plata internacional en Matemáticas 2012, y de oro nacional en Química y Física, está a punto de cumplir los 20 años. Ingresó en la UPC con la con la nota de acceso más alta de España, un 14, y cursa el título que los físicos de Ourense no lograron implantar aquí. También allí se generó polémica con el nombre, Ingeniería Física, y sobre el grado pesa la denuncia de la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales de España porque IF no tiene competencias profesionales reguladas en ingeniería.

-¿Conocía ese matiz cuando se matriculó?

-Me matriculé en el doble grado de Ingeniería Física y Matemáticas porque ofrecía muy buenas oportunidades. Me interesan sobre todo las matemáticas y lo que más pesó en mi decisión era estudiar una doble titulación. Pero desde el principio miré que era aquello y no vi mucha diferencia con el grado de Física.

-Los ingenieros industriales se han querellado contra la denominación y su denuncia ha sido admitida. Dicen que los alumnos se matriculan con la falsa idea de que saldrán siendo ingenieros.

-Son los argumentos que esgrimen pero lo que importa es la formación. La universidad catalana es politécnica y el grado de Ingeniería Física aborda diversos temas desde la base de la Física entrando en temas de ingeniería. Es verdad que la formación está orientada a la Física pero no veo que estemos menos preparados para ejercer trabajos de ingeniería. Además, allí hay una opción de máster de Ingeniería Industrial que algunos de mis compañeros están interesados en cursar.

-¿Existe incertidumbre entre el alumnado ante la posibilidad de que la denuncia de los ingenieros industriales prospere?

-Es un grado de reciente implantación, la primera promoción saldrá el curso que viene. Pero no, allí el sentimiento es que la denuncia se resolverá favorablemente porque los argumentos de los ingenieros industriales no tienen mucho fundamento. Ingeniería Física se imparte en otras universidades de todo el mundo con ejemplos en Europa y en ningún país se ha producido este problema.

-Insisten en que los alumnos se llevarán una sorpresa al graduarse y comprobar que no son ingenieros.

-Nadie se va a decepcionar. Todos nos matriculamos conscientes de que es una formación multidisciplinar con física estadística, del estado sólido? pero sobre todo con más aplicaciones en el campo tecnológico. Con nuestra formación podremos afrontar los problemas que presenta la tecnología desde el punto de vista de la física. A la hora de la verdad, lo que realmente importa para enfrentarse al mercado laboral es la formación que se ha adquirido y si es buena no habrá problema. En Barcelona la formación es muy buena, la nota de corte es elevada. Tarde o temprano la gente se dará cuenta de que el grado está bien implantado y que estas reivindicaciones no tienen sentido.

-¿Os tranquilizan los profesores?

-Sí, hablamos a menudo de esto y dicen que no tiene sentido.

-¿Qué podría ocurrir si se anula la denominación del título?

-En el peor de los casos habría que cambiar el nombre, pero eso es anecdótico, las atribuciones profesionales van a ser las mismas.

-En Ourense, la Xunta ha rechazado la implantación en base a los informes desfavorables de la ACSUG referidos, en parte, a la confusión existente entre las ramas de ciencias e ingeniería.

-Se pierde mucho tiempo en el nombre, que no deja de ser algo irrelevante. Lo importante es que se implantasen esos estudios aquí y se permitiese formar a las personas interesadas en esas competencias, que combinan los dos mundos, teórico y aplicado. Es una pena que no haya prosperado.