El alcalde de Ourense, Agustín Fernández, y la concejala de Medio Ambiente, Susana Bayo, hicieron entrega ayer de las llaves de los huertos urbanos a esos 43 ourensanos que se presentaron dentro de plazo, para optar a uno de los 53 huertos que salían a concurso. "Solo quedaron vacantes ocho huertos y nos damos por satisfechos, pues se trata de una zona alejada de la ciudad, hay que disponer de medios para desplazarse y además nos hubiera sabido mal dejar fuera a algún solicitante", explicaba ayer Susana Bayo. Además aún habrá nuevas opciones, "pues no descartamos volver a abrir un nuevo plazo para repartir los pocos huertos que han quedado vacantes, y estamos convencidos de que se cubrirán cuando otros vecinos vean el resultado de los primeros adjudicatarios" añade.

Ayer estos agricultores urbanos, de todas las edades, desde jóvenes a abuelos que optaron por libre a una de esta huertas a familias con niños, se mostraban interesados por los pormenores de la pequeña finca que le había tocado en suerte y que le permitirán durante los próximos dos años, -tiempo que dura la cesión siempre que cumplan los acuerdos- disfrutar de un espacio totalmente preparado para el cultivo de una superficie de 4 x10 metros, dotado con una toma de agua propia y cerrado, en el que aprender los secretos de la horticultura y darle al azadón pese a vivir en un piso en la ciudad.

"Se les veía muy contentos, y con tantas ganas de empezar, que estoy segura de que alguno de los adjudicatarios ya se puso ayer mismo a preparar la tierra y a sembrar los primeros productos", advertía Susana Bayo. Disponen además de todo lo requerido para facilitarles el trabajo, como un galpón para guardar sus herramientas, y aseos.

Los huertos que quedaron vacantes fueron diez, de los cuales cinco eran los más pequeños, que se habían reservado para personas con minusvalías, y estaban adaptados para ellos.

El área de Medio Ambiente señala que nada se da por perdido pues "hemos aprovechado que estas huertas que, son tal vez las más difíciles de adjudicar pues puede haber menos personas con minusvalías dispuestas a solicitarlas, las reservamos para posibles actividades organizadadas desde el ayuntamiento", explica la concejala.

Todos los adjudicatarios, más o menos urbanitas pero dispuestos a familiarizarse con el autocultivo de los productos de temporada tendrán dos años más uno de prórroga para disfrutar, aprender y si va bien comer sus propios tomates.