"La gestión universitaria es más compleja ahora que hace 10 años"

El decano de Derecho, Roberto Bustillo, fue el primero en recibir ayer la visita de los auditores y se mostró optimista: "La certificación que hemos pedido es voluntaria pero tarde o temprano todos los títulos de los centros universitarios tienen que pasar por la verificación, un procedimiento que comprueba si lo que se imparte es correcto y concuerda con la memoria del título. Es un trámite muy importante porque un título no verificado puede dejar de impartirse", explica. "Pero si aprobamos esta certificación significa que una parte de lo que se supervisará de forma obligatoria ya está conseguido", añade. La auditoría de calidad interna se presenta también como una oportunidad ya que, en caso de suspenso, "nos permite conocer nuestras debilidades con tiempo para corregirlas", indica Bustillo. Y si el resultado es positivo, "podemos lucir una marca de calidad similar a la Aenor en industria".

El decano defiende la oportunidad de avanzar en la verificación de títulos dentro del Espazo Europeo de Educación Superior, EEES, un proceso que se ha retrasado por los recortes en la educación, explica, pero que debería estar concluido en 2016. "Los centros que no tengan esta certificación SGIC tendrán más camino que recorrer". Pero llegar hasta aquí, matiza, no ha sido fácil: "Ha supuesto una preparación intensa que comenzó en 2010. Gestionar un centro universitario es mucho más complejo ahora que hace diez años. La entrada en el EEES, el concepto de calidad... No es que haya que hacer más cosas, es que hay que dejar rastro y evidencia de todo lo que se hace, y eso genera mucho trabajo administrativo. Ha sido difícil porque suma un extra al trabajo cotidiano".

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