-¿No teme que le tachen de oportunista por asumir esta medida como farmacéutico cuando falta un año para las elecciones?

-Llevo desde 2001 como alcalde y como farmacéutico desde 1977, y ya no cobraba entonces a los que lo necesitaban. Lo que es un retroceso, es que haya que pagar por la sanidad, como cuando yo empecé en la farmacia, y tras años en que había medicinas para todos, tengamos que volver a aquellos tiempos en lo que solo podrán medicarse los que tengan dinero.

-¿Hay ya algún vecino que se esté beneficiando del copago que asume usted como boticario?

-Hay varios. Una joven - en paro que tiene depresión y no podía costearse el tratamiento que le prescribieron o una persona con tensión ocular que tiene también una tratamiento crónico.

-¿Y si no le alcanzan ni sus 1.200 euros de su salario como alcalde para asumir el copago?

-Mientras pueda, no habrá vecinos en mi concello que se queden sin una medicina que precise. No piensan hasta donde te llegará el sueldo, sino hasta donde podrás llegar tú para ayudarles.