Una situación que se prolonga en el tiempo y a la que no se le acaba de dar respuesta por parte del gobierno municipal. La Policía Local de Ourense cuenta en la actualidad con menos agentes que hace treinta años, y a pesar de que en la Oferta Pública de Empleo (OPE) de 2013 se contempla la convocatoria de ocho nuevas plazas.

Los datos a los que tuvo acceso FARO revelan que en 1984 la plantilla de la Policía Local era de 172 agentes, con 6 sargentos y 17 cabos, con una carga de trabajo próxima al 5% respecto a la que tienen en la actualidad, siendo unos 153, pero en realidad la disponibilidad de agentes es menor, cifrada en 130.

La precariedad en la que sigue instalada la Policía Local, que se convirtió en una de las principales reivindicaciones de los representantes sindicales en el Concello, provoca que en determinados momentos los efectivos no sean suficientes, recurriendo a horas extraordinarias y a las denominadas "horas voluntarias" para cubrir determinados eventos.

Que la plantilla es deficiente en algo más de 35 agentes, con la agravante de que cuenta además con una edad que sitúa a casi la mitad de los agentes por encima de los 50 años, es una cuestión que se reconoce por parte de los últimos gobierno municipales, sin que hasta el momento se fuese solventando a través de las sucesivas ofertas de empleo. Lo que queda claro, en función de los parámetros establecidos en el ámbito nacional. En la plantilla de la Policía Local debería haber 173 agentes y de esa forma cumplir con el ratio mínimo establecido de 1,6 policías por cada 1.000 habitantes. En estos momentos, el ratio está en un agente por cada millar de ourensanos.

Si las soluciones no llegaban, y eso que la reivindicación se convertía en una constante durante la presentación de las memorias anuales, por parte del entonces jefe de la Policía Local, el superintendente Abelardo Ulloa, imputado en la operación Pokemon, y a pesar de los sucesivos anuncios realizados por los responsables políticos, lo único que se hizo fue convocar tres plazas de sargento de promoción interna, cuyo proceso está recurrido en la vía judicial y, ahora, las ocho plazas, seis de ella por concurso libre y las dos restantes por promoción interna, siguen sin resolver la situación de precariedad.

El déficit de la plantilla se deja notar, y afecta especialmente "al servicio en la calle", como recalcan los responsables sindicales, y sobre todo a la atención que se debe prestar a los ciudadanos, que son los que valoran la seguridad. También advierten de que "son a los que llaman los ciudadanos", de ahí que se note la falta de agentes, de manera especial los fines de semanas.

En estos momentos es el propio alcalde el que lleva directamente el área de Seguridad y Policía Local, después de un breve periplo en esa delegación por la actual directora xeral de Personal y Recursos Humanos, Carmen Rodríguez, tras la dimisión del edil nacionalista, Fernando Varela, también imputado en la Pokemon.